Nunca hubiera pensado encontrarse solo frente a la majestuosidad de las mundialmente admiradas ruinas incas. El turista japonés Jesse Takayama había comprado su entrada para visitar el Machu Picchu en marzo, pero justo un día antes, se decretó el estado de alarma en Perú. Las autoridades peruanas, de forma excepcional, le permitieron el domingo ingresar en el conjunto monumental después de 7 meses cerrado.

Conocido en Perú como "el último turista del Machu Picchu", Takayama permaneció desde mediados de marzo en la ciudad de Agua Calientes esperando para poder cumplir su sueño. Tras haber hecho una petición especial, consiguió un permiso excepcional para acceder a las ruinas, acompañado por el director del parque. El japonés de 26 años declaró al diario La República: "Yo quería conocer Machu Picchu, pero un día antes de que lo hiciera, el santuario cerró por la pandemia. Me quedé con el único fin de conocer esta maravilla y no quería irme sin hacerlo antes".

Machu Picchu deberá reabrir en noviembre

Tras un primer intento en julio, que fue desechado porque los contagios de coronavirus continuaron en alza en la región de Cusco (sureste), la ciudadela tiene previsto abrir en noviembre.

Según los nuevos protocolos, solo podrán ingresar 675 turistas por día, es decir el 30% del total autorizado en temporada normal. Deberán entrar en grupos de ocho visitantes con un guía y tendrán que mantener una distancia de 1,5 a 2 metros entre cada persona.

Antes de la pandemia, visitaban la ciudadela entre 2.000 y 3.000 personas por día, y en temporada alta, hasta 5.000. En marzo, en el último día de visita, entraron 2.500 personas.

Perú acumula 849.371 casos de covid-19 y es el país con la mayor tasa de mortalidad del mundo en proporción a su población, con 101 muertos por cada 100.000 habitantes.