La crisis sanitaria parece bajo control y el presidente francés, Emmanuel Macron, quiere pasar página del periodo de confinamiento, abrir una nueva etapa y dibujar el futuro. La lucha no ha terminado, pero estoy contento de esta primera victoria contra el virus, ha dicho este domingo en un mensaje solemne a la nación, el cuarto desde el inicio de la pandemia, en el que ha mostrado firmeza y ha pedido unidad para la reconstrucción del país.

Francia pisa el acelerador de la desescalada iniciada el 11 de mayo para reanudar con fuerza la actividad económica y a partir de este lunes eliminará los controles fronterizos con los países del espacio Schengen, los bares y restaurantes parisinos abrirán íntegramente y no solo las terrazas como hasta ahora- y guarderías, colegios y centros de secundaria volverán a tener a sus alumnos en clase de manera obligatoria el 22 de junio. También se mantendrá la celebración de la segunda vuelta de las elecciones municipales el 28 de junio.

En su discurso, Macron ha hecho balance de la gestión de la epidemia no debemos sonrojarnos ha dicho- y ha prometido extraer las consecuencias de los errores cometidos, pero el acento lo ha puesto en el futuro, en la reconstrucción económica y social que deberá reposar en la independencia francesa.

La prioridad de los dos próximos años será recuperar plenamente el control de nuestras vidas, de nuestro destino en Francia y en Europa, ha indicado. Ha subrayado la fortaleza del Estado francés al recordar que se han movilizado 500.000 millones de euros para sostener la actividad golpeada por la crisis del covid-19 y ha descartado una subida de impuestos para financiar la abultada deuda pública.

RACISMO E HISTORIA

En un contexto social agitado por las protestas contra el racismo y la violencia policial surgidas tras el asesinato del afroamericano George Floyd, el presidente, que hasta ahora no se había pronunciado sobre el asunto, ha garantizado que será inflexible frente al racismo y ha anunciado que se tomarán medidas para garantizar la igualdad de oportunidades.

Sin embargo, ha advertido que la República no borrará las huellas de su pasado ni derribará ninguna estatua. Macron ha expresado también su apoyo a las fuerzas del orden, que en los últimos días han mostrado su malestar al sentirse estigmatizados por el Gobierno.

Tenemos por delante desafíos históricos. Para superarlos no olvidemos jamás nuestra fuerza. Tengamos juntos esta voluntad de conquistar esta energía de los días que vienen, ha concluido.