Mejorar la autonomía defensiva del Viejo Continente en un contexto marcado por el brexit y la debilidad del vínculo transatlántico en la era de Donald Trump es uno de los principales objetivos de Emmanuel Macron, que ayer hizo del 14 de julio, fiesta nacional francesa, un alegato en defensa de la cooperación militar europea.

Por la avenida de los Campos Elíseos de París desfilaron juntos 10 países europeos, entre ellos España. «La construcción de una Europa de la defensa en cooperación con la Alianza Atlántica, de la que celebramos 70 años, es para Francia una prioridad», indicó Macron.

Además del Gobierno francés, en la tribuna de invitados estaban la cancillera alemana, Angela Merkel, que apareció sin síntomas de los temblores que últimamente han generado inquietud, así como el primer ministro portugués, António Costa. También estaban el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el secretario general de la OTAN, y el viceprimer ministro británico. La delegación española estuvo liderada por la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles.

INNOVACIÓN / El desfile, celebrado bajo el lema Actuar juntos, se abrió con un guiño a la innovación tecnológica: robots, drones y un sorprendente espectáculo futurista de flyboard air, una plataforma volante propulsada por cinco minireactores de aire pilotada por Franky Zapata, su inventor y campeón mundial de jet sky, que se paseó fusil en mano a varios metros del suelo.

Por los Campos Elíseos desfilaron 4.300 militares, casi 200 vehículos, 69 aviones, 39 helicópteros y 237 caballos representando a 10 países: Francia, Alemania, España, Portugal, Bélgica, Holanda, Dinamarca, Finlandia y Reino Unido.

El presidente francés, que asistía a su 3ª parada militar desde que llegó al Elíseo, inició el acto pasando revista a las tropas. A su paso fue abucheado por algunos manifestantes que, en lugar de los tradicionales chalecos símbolo de la protesta, llevaban globos amarillos. Dos de sus líderes más mediáticos fueron detenidos por organizar una manifestación ilegal y puestos en libertad horas más tarde.

En París, las fuerzas del orden detuvieron a 175 personas después de que, finalizado el desfile, grupos de chalecos amarillos y manifestantes encapuchados, con máscaras antigás y vestidos de negro, la indumentaria habitual de los llamados black bloks, se enfrentaran a la policía en los alrededores de los Campos Elíseos. Los alborotadores intentaron levantar barricadas e incendiaron papeleras y diverso material urbano.