En las cercanías del Palacio del Elíseo, donde ayer se celebró el primer consejo de ministros del nuevo Gobierno francés, varias militantes de Femen con el pecho desnudo intentaron dejar ramos de flores para simbolizar la muerte de las promesas que en su día hizo Emmanuel Macron de convertir la igualdad de género en el eje de su mandato. «Remodelación sexista!», gritaron antes de ser desalojadas por la policía.

Las asociaciones feministas consideran una provocación el nombramiento de Gérald Darmanin como ministro del Interior, a pesar de estar siendo investigado por violación —pero no imputado, que es la línea roja establecida por el presidente—, y del abogado Eric Dupond-Moretti, conocido por sus numerosas declaraciones machistas, al frente de Justicia.