El antagonismo ideológico entre el presidente de EEUU, Donald Trump, y el régimen bolivariano que encabeza el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no fue óbice para una insólita donación económica.

La principal compañía petrolera venezolana, Petróleos de Venezuela (PdVSA), de titularidad estatal, donó 500.000 dólares para las fiestas que acompañaron la toma de posesión de Trump, según informa este jueves el diario británico ‘The Guardian’.

La legislación estadounidense prohíbe las donaciones extranjeras pero PdVSA hizo la suya a través de una filial en EEUU, Citgo Petrol. Rusia no fue ajena a la operación. PdVSA había ofrecido al gigante petrolero ruso Rosneft una participación de casi el 50% en Citgo.

Estas transacciones se produjeron en un momento en que PdVSA y el Gobierno venezolano de Maduro estaban desesperados ante lanecesidad de obtener fondos, dada la caída de los ingresos por petróleo y la agitación social que vive el país. La inyección económica procedente de Rosneft ayuda a mantener a flote tanto a PdVSA como a Maduro.

SANCIONES

Si Venezuela cae en el impago de la deuda, Rosneft podría ganar el control de Citgo, algo que preocupaba tanto a los republicanos como a los demócratas en el Congreso de EEUU. Actualmente, Rosneft no puede hacerse con la propiedad de sus acciones en Citgo porque la compañía rusa, y su propietario, Igor Sechin, se encuentran bajo sanciones de EEUU a causa de la intervención militar de Rusia en el este de Ucrania y la anexión de Crimea. Pero tras la elección de Trump, en Moscú imperaba el optimismo sobre un posible levantamiento de dichas sanciones.

La donación del medio millón de dólares salió a la luz este miércoles porque se menciona en un informe de la Comisión Electoral Federal de EEUU.

No es este el único vínculo entre Rosneft y Trump. En los informes que elaboró el pasado año el exmiembro de los servicios secretos británicos Christopher Steele, que contenían revelaciones sobre la supuesta intervención de Rusia en las elecciones presidenciales de EEUU y los vínculos de la campaña de Trump con Moscú, Rosneft figuraba como un elemento central en la supuesta conspiración. Steele reveló los encuentros de Sechin, persona muy cercana al presidente ruso Vladimir Putin, con Carter Page, uno de los consejeros de Trump en política exterior.