El conflicto entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición ha subido otro escalón. El presidente de la Contraloría general de la República (equivalente al Tribunal de Cuentas en España), Elvis Amoroso, inhabilitó por 15 años al líder parlamentario Juan Guaidó, a quien EEUU y otros 50 países reconocen como «presidente encargado» de Venezuela. Amoroso tomó esa decisión por considerar que había falseado su declaración jurada y debido a «los gastos exagerados en su modo de vida» que no pueden ser justificados. El funcionario expuso su sospecha ante los 91 viajes que realizó Guaidó al extranjero antes de autoproclamarse mandatario interino, el 23 de enero.

En los hechos, la medida significa una revocación de su cargo como máxima autoridad de la Asamblea Nacional (AN). Pero Guaidó no tiene en cuenta las acciones tomadas por los poderes del Estado porque considera que han sido usurpados. «No existe el contralor, no existe una Constituyente. El Parlamento nacional legítimo es el único que puede designar un contralor, a ese señor lo activaron y sacaron el polvo para meterle miedo a los hoteles que nos alojaron», dijo.

Los desconocimientos son recíprocos. El Tribunal Supremo opina que el Congreso se encuentra en desacato y sus dictámenes carecen de validez. Por lo tanto, los analistas políticos se preguntaban si la inhabilitación es un gesto que quedará en el aire o se trata del paso que antecede a una jugada más audaz del madurismo.

El apagón eléctrico / El anuncio de Amoroso se conoce cuando se intenta normalizar por completo el sistema eléctrico colapsado después del segundo apagón gigantesco, y a pocas horas de la manifestación a la que convocó Guaidó para repudiar a los que señala como responsables de la crisis energética. La protesta del sábado busca generar en la oposición una sensación de superioridad en las calles en momentos que empiezan a surgir dudas sobre la eficacia del plan trazado para desalojar del poder a Maduro. A la par del pronunciamiento del contralor, el fiscal general, Tarek William Saab, responsabilizó este jueves a los opositores de los ataques sufridos al sistema eléctrico. Dijo que lo que se ha buscado con el apagón es crear «una explosión social inducida». De acuerdo con Saab, «quieren desatar en Venezuela una crisis de carácter social. Es imposible pensar que las propias autoridades del Estado harían estas cosas para generar zozobra en la población». Tres fiscales se encuentran investigando lo ocurrido en la represa del Guri. «La calamidad que estamos viviendo está enmarcada en la corrupción, desidia, abandono e incapacidad», insistió por su parte Guaidó. Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación y usual portavoz de Maduro, ha asegurado que durante los últimos dos años «la oposición fascista ha perpetrado más de 250 ataques» contra el sistema eléctrico.

«No podemos cantar victoria todavía pero debemos sentirnos orgullosos de las victorias que hemos logrado», dijo sobre el restablecimiento de la energía.

Venezuela atraviesa una crisis política desde enero pasado, cuando Maduro juró un nuevo mandato de 6 años que no reconocen la oposición y parte de la comunidad internacional y, en respuesta, Guaidó proclamó un Gobierno interino que apoyan más de 50 países.