El primer vicepresidente de la Asamblea Nacional -Parlamento- de Venezuela, Édgar Zambrano, recuperó el martes -madrugada de ayer en España- su libertad tras más de 130 días en prisión. Su salida de la cárcel ha sido interpretada como el primer resultado del diálogo entre el madurismo y un sector de la oposición moderada.

Zambrano es un dirigente cercano a Juan Guaidó, a quien Estados Unidos y otros 54 gobiernos reconocen como «presidente encargado». Las primeras palabras de Zambrano tras abandonar la cárcel, sin embargo, fueron de cierta distancia con Guaidó. «La violencia no va a dejar absolutamente nada», dijo el político liberado.

Meses atrás, la fiscalía general acusó al vicepresidente del Parlamento de «traición a la patria» junto a otros nueve legisladores. Pero, en virtud de los nuevos acuerdos, ha dejado de ser un «traidor». Los tribunales han aplicado a Zambrano «una medida cautelar sustitutiva» que implica presentarse ante la justicia cada 30 días.

NUEVAS EXCARCELACIONES / Caracas espera nuevas excarcelaciones. «Hoy que salgo en libertad reclamo y exijo la libertad de los presos políticos», manifestó Zambrano, quien pertenece al partido socialdemócrata Acción Democrática. «Sobrevivimos al aislamiento. Los primeros 60 días no salíamos de la celda de tres metros por tres. Prácticamente en cautiverio como los animales, sin hablar, sin poder leer, sin ningún elemento que protegiera la dignidad de los derechos humanos», explicó a los periodistas.

Para Guaidó, la libertad de Zambrano no es consecuencia del diálogo entre el palacio de Miraflores y una facción opositora ni una «gentileza de la dictadura» sino «una victoria de la presión ciudadana e internacional», así como del duro informe sobre el Gobierno venezolano de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet.

«PODER LEGÍTIMO» / «Lo dijimos: jamás debieron estar entre rejas. Es un logro de quienes no nos rendimos», afirmó Guaidó, quien agradeció a la Unión Europea haber reconocido a la Asamblea Nacional, que acaba de ratificarlo como el único «poder legítimo» de Venezuela. Para la Unión Europea, la negociación es la «única vía pacífica y sostenible para salir de la crisis».

Entre tanto, la flamante Mesa Nacional de Diálogo invitó a la UE a «contribuir positivamente con este esfuerzo y mantener el equilibrio que demanda este histórico momento». Sus participantes esperan, además, «que respalde las vías pacíficas de solución política acordadas entre venezolanos y valore apropiadamente los resultados» alcanzados hasta el momento.