“Yo no estoy aquí dando un discurso: estoy dando órdenes y necesito el apoyo de la mayoría”, dijo Nicolás Maduro. El ajuste ha llegado a Venezuela y le tocó anunciarlo bajo el indulgente nombre de “Agenda económica bolivariana”. El presidente se tomó casi cuatro horas para dar a conocer una devaluación de la moneda, la flexibilización del control de cambios y un incremento de fuertes connotaciones simbólicas como el del precio de la gasolina, algo que no ocurría hace 20 años, entre otras medidas.

“Las colas se mudaron a las estaciones de servicios por anuncio del aumento de la gasolina”, dijo el portal Contrapunto. Con subidas que van del 1.000% al 6.000%, según el octanaje, Maduro puso de esta manera en marcha las primeras acciones que se enmarcan en el decreto de emergencia económica que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) avalara y que había rechazado la Asamblea Nacional (AN). Lo que se propone, dijo, es “desmontar todos los sistemas de la guerra económica a nivel regional y local”.

Nadie se ha sorprendido por los anuncios. Maduro dio a entender su inevitabilidad al señalar que la gasolina venezolana es la más barata del mundo. Recordó en ese sentido que un litro cuesta 0,78 centavos de dólar contra 1,5 dólares en EEUU. “Ha llegado la hora de que instalemos un sistema que garantice el acceso al derivado de los hidrocarburos a precios justos venezolanos pero que garanticen el pago de lo que se invierte para producir esa gasolina e inclusive el funcionamiento sano de Petróleos de Venezuela (Pdvsa)”, dijo. El presidente calculó que, con estas modificaciones, el Estado dejará de perder unos 800 millones de dólares en subsidiar un precio irreal como el vigente hasta el miércoles.

EL FANTASMA DEL 'CARACAZO'

A pesar de mostrarle un costado virtuoso, el chavismo no desconoce las implicaciones políticas de este aumento. El 'Caracazo', como se conocen los disturbios que en marzo de 1989 provocaron 276 muertos y centenares de heridos, se desencadenó después de que el presidente Carlos Andrés Pérez, que acababa de asumir su segundo mandato, dispuso aumentos del 100% del precio de la gasolina. Por eso Maduro no pasó por alto ese episodio y dijo que Gobiernos de derecha “que hoy se rasgan las vestiduras y provocan violencia política y callejera” aplicaban en el pasado “verdaderos paquetazos" económicos cuando el precio petrolero se derrumbaba, “quitándole los beneficios sociales a los trabajadores”.

No será el de la gasolina el único precio que ascenderá. Maduro dijo que se buscará un “establecimiento real de los costes y la viabilidad productiva del país” porque los valores del presente no tienen nada que ver con la realidad. “¿Qué cuesta 2 bolívares hoy en día, con la guerra económica?... Una de las cosas que tenemos que lograr es aplicar la ley y hacerla respetar, adaptada a los costes reales que tiene el producto. Lo cual modificará algunos precios. Siempre buscaremos el precio justo… con el precio real y el precio máximo de venta al público”.

NUEVO SISTEMA CAMBIARIO

El ajuste no termina allí: incluye una devaluación del tipo de cambio. Para comprar un dólar en el sistema preferencial, se necesitarán 10 bolívares y no 6,30. Se trata de una variación del 58%. El nuevo sistema cambiario incorpora un tipo de cambio del "dólar flotante". No se informó todavía sobre su cotización.

Maduro se esforzó por remarcar que las medidas económicas no tienen un sesgo antipopular. Citó en ese sentido la decisión de mantener la inmovilidad laboral hasta el 2018, impulsar nuevas obras públicas e incrementar el salario mínimo un 20%. A la vez, el Gobierno promoverá una “revolución tributaria” para “financiar el desarrollo económico y social de la vida del país”.

Como era de suponer, Maduro no se olvidó de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) que, desde el Congreso, donde cuenta con mayoría calificada, busca enmendar la Carta Magna para acortar su mandato o convocar a un referéndum revocatorio. Con un ejemplar de la Constitución en la mano, el presidente advirtió a la oposición que “nadie va a tocar a esta niña”, en referencia al texto fundamental. “Ni una coma le van a cambiar”.