Venezuela dio un plazo de 72 horas a la embajadora de la Unión Europea en Caracas, Isabel Brilhante Pedrosa, para que abandone el país en respuesta a las sanciones dispuestas por Bruselas contra funcionarios maduristas y aliados coyunturales del Gobierno. "¿Quiénes son para tratar de imponerse con la amenaza? ¡Ya basta del colonialismo europeo! Se le prestará un avión, para que se vaya. ¡Si no respetan a Venezuela, que se vayan!", bramó el presidente Nicolás Maduro. La UE "suprematista", dijo, "sacó una resolución" condenatoria de venezolanos que forman "parte de instituciones del Estado", "respetan" la Constitución y "sancionan" a la directiva de la Asamblea Nacional (AN) que encabeza Juan Guaidó, el diputado reconcido por Estados Unidos y otros 54 países como autoridad ejecutiva interina de ese país. Según Maduro, los funcionarios penalizados "se ha negado a cumplir órdenes de la Embajada de la UE en Caracas".

Guaidó no se demoró en celebrar el paso dado por el Consejo Europeo. "La OEA (Organización de Estados Americanos) rechazó la farsa de la dictadura, la Unión Europea los sancionó, EE.UU. y UK ratificaron el respaldo al gobierno encargado. Al usurpador lo respalda... ¿Irán, su proveedor carero de gasolina? Seguimos con fuerza", señaló a través de Twitter en una muestra de su respaldo internacional.

Amenaza de acciones diplomáticas contra el embajador español

Entre los 11 venezolanos sancionados por la UE se encuentran autoridades judiciales, constituyentes y electorales, así como Luis Parra, el diputado que se arroga la presidencia de la AN con el beneplácito del Palacio de Miraflores. De acuerdo con Maduro, Europa se supedita de esta forma a la estrategia de Washington para forzar su salida del poder. A su vez, aseguró que Exteriores "se reserva acciones diplomáticas" contra el embajador de España en Caracas, Jesús Silva, a quien relacionó con las maniobras conspirativas de Leopoldo López, quien se encuentra en su residencia desde el fallido intento de golpe de Estado de fines de abril de 2019.

Según Maduro, el huesped es un "prófugo de la Justicia" que "está utilizando las instalaciones de la Embajada de España para conspirar en contra de Venezuela". López lidera Voluntad Popular (VP), el partido más intransigente de la oposición, al que pertenece también Guaidó. La fiscalía lo ha vinculado con una fallida incursión armada que se lanzó en mayo pasado y que provocó al menos 11 muertos y decenas de detenidos. El intento de crear una cabeza de playa a pocos kilómetros de la capital contó a su vez con la participación de contratistas norteamericanos.

Ofensiva desde el poder

El incidente con la UE tiene lugar en momentos que el madurismo intenta retomar la ofensiva política. Como parte de esa iniciativa no solo busca reforzar el cerco contra Guaidó y VP, agrupación que ha calificado de "terrorista". También ha renovado las autoridades electorales a imagen y semejanza, con vistas a los comicios parlamentarios que deberían celebrarse a fin de año.

La justicia a la vez suspendió las conducciones partidarias de Acción Democrática y Primero. Como parte de este plan general, el Gobierno logró partir en dos a la AN. Una facción, mayoritaria, se quedó con Guaidó. La otra sigue a Parra. Bruselas considera que el diputado que pertenecía a Primer Justicia actúa "contra el funcionamiento democrático" del Parlamento. Parra ha sido reconocido como autoridad parlamentaria legítima por Rusia y China. En los hechos, Moscú y Pekín funcionan de manera simétrica a la Administración Trump respecto de Maduro.

"Prepárense señores colonialistas, supremacistas y racistas porque en Venezuela habrán elecciones parlamentarias, libres, transparentes y con la participación de miles de candidatos y candidatas, advirtió Maduro. Horas antes, Consejo Europeo había expresado su compromiso de seguir " trabajando para impulsar una solución democrática pacífica en Venezuela a través de elecciones legislativas incluyentes y creíbles".