El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, venció una sublevación militar que concluyó sin víctimas solo horas antes de que la oposición intente tomar de nuevo las calles para rechazar al mandatario y denunciar su presunta "usurpación" de la Presidencia.

Un grupo de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) robaron armas de guerra, secuestraron a otros cuatro efectivos y luego se dirigieron a un comando en la barriada caraqueña de Cotiza, donde encontraron resistencia por parte de otros agentes, según un comunicado de prensa de la Fuerza Armada.

El grupo insurrecto fue "rendido y capturado" y fue interrogado de inmediato por las autoridades, en tanto que los cuarteles y sedes castrenses, "se encuentran funcionando bajo completa y absoluta normalidad", señalaron las autoridades.

"La FANB rechaza categóricamente este tipo de actos, que con toda seguridad están motivados por oscuros intereses de la extrema derecha y son contrarios a las normas elementales de la disciplina militar", agrega la nota firmada y difundida en Twitter por el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.

MADURO DIRIGE LAS OPERACIONES

Según dijo esta misma jornada el jefe de la gubernamental Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, el propio Maduro dirigió las operaciones para rendir a los rebeldes, después de que los sublevados dieran su palabra de no atacar a quienes intentaban reducirlos y ambos grupos se sentaran "a hablar".

Tras ser reducido el grupo, las autoridades incautaron las armas que habían sido robadas así como de los teléfonos móviles de los rebeldes, donde hay registros de las llamadas hechas antes y durante el alzamiento, relató Cabello.

Dijo también que el grupo se alzó porque "seguramente les deben haber ofrecido cualquier cantidad de cosas" para que no reconocieran el mandato de Maduro. Pese a que los primeros datos informaban de al menos 40 sublevados, Cabello declaró que fueron detenidos 27 rebeldes, la mayoría de ellos en el barrio pobre de Cotiza.

"Fueron detenidos en el sitio 25 (alzados), más dos que fueron detenidos en otro lugar", indicó Cabello en una rueda de prensa en la que actuó como portavoz del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

AMNISTÍA PARA MILITARES

Este hecho sucedió después de que el Parlamento, que controla la oposición, aprobara un decreto de ley que promete amnistía para todos los funcionarios civiles y militares que no reconozcan a Maduro y contribuyan a restablecer el hilo democrático, que aseguran está roto.

En este sentido, Cabello dijo que la Cámara no tiene competencias para aprobar una ley que perdone delitos, al tiempo que recordó que las decisiones del Legislativo no son atendidas por el poder Ejecutivo porque el Supremo lo declaró en "desacato" en 2016.

Además, el acto de rebeldía militar sucede solo horas antes de que la oposición rechace en las calles el nuevo mandato que Maduro juró ante el Supremo el pasado día 10 y cuya legitimidad desconoce; mientras que los opositores, que fueron cautos al pronunciarse sobre el alzamiento, reiteraron su llamada a marchar el día 23, jornada en la que el chavismo también se manifestará.

LA GENTE TAMBIÉN SE REBELA

La sublevación se dio a conocer primero a través de las redes sociales, donde circularon vídeos que mostraban al grupo de militares que llamó a los ciudadanos a manifestarse en contra del jefe del Estado.

Según constató Efe, los vecinos del distrito golpearon cacerolas desde el interior de sus casas, en una forma de protesta popular en Venezuela para criticar al Gobierno, y recibieron por respuesta gases lacrimógenos lanzados por efectivos de varios cuerpos de seguridad. Algunos vecinos levantaron una barricada y decidieron cubrir sus rostros con capuchas o lanzar piedras a las fuerzas del orden, al tiempo que respaldaban las acciones de los rebeldes.

Algunos manifestantes declararon que desde la madrugada escucharon un "tiroteo" en la zona que estuvo seguido por la llegada de decenas de agentes que acordonaron los accesos hacia el comando donde los insurrectos fueron rendidos. Antes de ser apresados, los militares llamaron a los venezolanos a salir a las calles y pidieron respaldo a la insurrección, pero recibieron una tímida respuesta y su acción no se replicó en otros cuarteles del país.