El anuncio del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, de que EEUU reconoce a Jerusalén como capital de Israel y que trasladará su embajada desde Tel-Aviv a la Ciudad Santa ha levantado la protesta y el lamento de prácticamente todo el mundo, incluidos los aliados de Washington.

El presidente palestino, Mahmud Abbás, ha eliminado a EEUU como mediador en el conflicto de Oriente Próximo. «Por estas decisiones deplorables, EEUU socava deliberadamente todos los esfuerzos de paz y proclama que abandona el papel de patrocinador del proceso de paz que ha jugado en los últimos decenios». El líder palestino ha añadido que «Jerusalén es la capital eterna del Estado de Palestina».

En términos similares, el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erakat -que dirigía la delegación palestina en las negociaciones de paz- ha declarado que Trump «ha destruido la solución de los dos estados» y «ha descalificado a EEUU de cualquier papel en cualquier proceso de paz». Por su parte, Ismail Raduane, uno de los dirigentes del movimiento islamista palestino Hamás, ha afirmado que la medida estadounidense «abre las puertas del infierno para los intereses estadounidenses en la región».

En el polo opuesto, el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, ha valorado como «justa y valiente» la decisión de Trump.

Jordania ha rechazado el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y lo ha calificado de «legalmente nula» porque viola las resoluciones del Consejo de Seguridad que «estipulan el no reconocimiento de la ocupación israelí». El presidente egipcio, Abdel Fatá al Sisi, también ha expresado el rechazo a la decisión y a «cualquier implicación resultante».

Turquía ha condenado también la decisión de Trump y la ha calificado de «irresponsable» a través de un comunicado del Ministerio de Exteriores. Varios centenares de personas se manifestaron ayer frente al consulado de EEUU en Estambul.

Más allá de la región, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha afirmado que no hay alternativa a la solución de los dos estados, con «Jerusalén como capital de Israel y de Palestina» y que la cuestión de Jerusalén debe ser resuelta en «negociaciones directas» entre Israel y los palestinos.

Los europeos / La Unión Europea ha expresado su «grave preocupación» en boca de la jefa de la política exterior, Federica Mogherini. «Las aspiraciones de las dos partes deben verse cumplidas y hay que encontrar una manera, a través de negociaciones, para resolver el estatus de Jerusalem como futura capital de los dos estados», ha señalado en un comunicado.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha calificado de «lamentable» la decisión de Trump y ha hecho un llamamiento «a la calma» y a «evitar cualquier tipo de violencia».

Por su parte, la primera ministra británica, Theresa May, ha expresado su «desacuerdo» con la decisión de Trump. «Creemos que no ayuda en términos de las perspectivas de paz en la región».