La ultraderecha vuelve a ganar presencia en Alemania. Los cientos de agresiones y abusos sexuales que se registraron durante la Nochevieja en ciudades como Colonia han avivado la tensión por la llegada de refugiados al país y los grupos antinmigración ya están sacando tajada. Tras los ataques, diversos partidos y movimientos han aprovechado el escándalo y la implicación de personas en petición de asilo para reforzar sus tesis xenófobas.

Así se ha visualizado estos días en las calles alemanas. El lunes, sin ir más lejos, unos 211 simpatizantes de la ultraderecha enmascarados lanzaron consignas racistas, atacaron comercios e incluso incendiaron una parte de un edificio en Leipzig. Este grupo participaba en la concentración organizada por el grupo islamófobo Legida, la rama de Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente) enLeipzig. El grupo que cometió actos vandálicos en el este del país llevaba una pancarta con el lema “Leipzig se mantiene en la luz”, haciendo referencia al color de piel de los residentes. La policía local terminó deteniendo a 250 personas después de que se quemaran coches y rompieran los cristales de locales antifascistas en un barrio tradicionalmente gobernado por la izquierda.

Este incidente no es un caso aislado. El domingo seis personas de origen paquistaní y dos sirios fueron agredidos en Colonia por un grupo de desconocidos. Dos de las víctimas terminaron ingresadas en el hospital. A pesar de que aún no se conocen los motivos de estos ataques todo apunta a que podrían ser una reacción de la ultraderecha a lo sucedido en Colonia durante la Nochevieja.

El 2015 fue un año récord en la llegada de refugiados en Alemaniapero también lo fue por agresiones contra este colectivo. Alrededor de 1,1 millón de personas entraron en el país huyendo mayoritariamente de países devastados como Sirias. El repudio a los recién llegados se tradujo en unos 747 casos de ataques, muchos de ellos relacionados con incendios provocados en refugios. La mayoría de estoscasos de violencia aún no han sido resueltos.

LA ULTRADERECHA CRECE A COSTA DE LAS DUDAS

El constante flujo migratorio y la apertura de puertas de Merkel también ha dado alas a los grupos antinmigración. El año pasado estuvo marcado por la parición en escena de Pegida, un movimientoislamófobo que fue ganando adeptos alrededor del país y que se ha servido de una beligerante retórica para criminalizar a los refugiados y al Gobierno de Berlín. La popularidad de Pegida también explica en parte el ascenso del partido Alternativa para Alemania (AfD), euroesceptico y profundamente contrario a la llegada de refugiados. Las encuestas de diciembre apuntaron que el grupo se dirige a ser la tercera fuerza del país.

El escándalo por las agresiones sexuales no para de crecer y con él la indignación y consternación de los ciudadanos alemanes. Colonia ya ha recibido 516 denuncias y Hamburgo otras 133. Eso se está traduciendo en un mayor escepticismo sobre la acogida de refugiados al país y la gestión de la crisis migratoria liderada porMerkel. Según una encuesta publicada el martes, el 57% de los ciudadanos teme ahora que la llegada de refugiados dispare la delincuencia en Alemania mientras que más de un tercio de ellos habría empeorado su visión de los recién llegados tras los sucesos de Nochevieja.

Los medios de comunicación también han jugado un papel clave en el cambio de la opinión ciudadana. A pesar de que hasta la fecha la policía tan sólo ha apuntado que 21 de los 31 sospechosos detenidos están en proceso de petición de asilo, se han visto portadas en las que se asegura falsamente que “1.000 refugiados atacaron a mujeres alemanas”.