Centenares de miles de personas se han unido a la marcha que hace tres semanas emprendió en Ankara el dirigente opositor turco, Kemal Kiliçdaroglu, del Partido Republicano del Pueblo (CHP), la mayor formación opositora, socialdemócrata y laica, y que ha culminado este domingo en Estambul con una gran manifestación.

A lo largo de los últimos 25 días, Kiliçdaroglu ha recorrido a pie los 450 kilómetros que separan ambas ciudades bajo el lema "Marcha por la Justicia" para denunciar la purga llevada a cabo por el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, tras el frustrado golpe de Estado del 15 de julio del año pasado.

"¡Que nadie piense que la marcha termina aquí. Este es el primer paso. El 9 de julio es un nuevo inicio, un nuevo nacimiento", ha dicho a la multitud Kiliçdaroglu a la mulkitud concentrada en un parque costero del barrio de Maltepe, en el lado asiático de Estambul. "Vivimos un tiempo de dictadura", ha advertido al referirse a Erdogan y a su islamista Partido Justicia y Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002. Durante su discurso, el lider opositor ha exigido levantar el estado de emergencia, liberar a los periodistas encarcelados, garantizar la libertad de prensa y de expresión y fortalecer el parlamentarismo y la educación secular.

DORMIR EN UNA CARAVANA

Entre los condenados por su presunta implicación en el golpe está el diputado del CHP, Enis Berberoglum, sentenciado a 25 años de prisión acusado de "espionaje" por haber facilitado al diario 'Cumhuriyet' informaciones confidenciales. Desde la fustrada asonada golpista se ha detenido a más de 50.000 personas y 150.000, incluidas profesores, jueces y soldados, han sido despedidos de sus empleos.

Al principio, la marcha de Kiliçdaroglu, que ha caminado una mediade 20 kilómetros diarios y ha dormido en una caravana, tuvo poco apoyo. Después de cinco días de protesta, solo se unieron a la caminata unas mil personas. Pero a medida que se ha ido acercando la concentración a Estabul, el número de personas adheridas ha ido aumentando espectacularmente, en lo que se ha convertido en la mayor manifestación contra el Gobierno en el último año.

El veterano líder de la oposición turca, de 69 años, ha hecho el último tramo de la marcha seguido por unas 250.000 personas, según la prensa turca, aunque los últimos mil metros los ha hecho caminando solo.