La Unión Europea (UE) no tiene previsto sumar nuevos miembros al club, al menos antes del 2025. No hay apetito ni prisa por nuevas ampliaciones, aunque tampoco quiere dar un portazo a las aspiraciones europeas de los países de los Balcanes occidentales -Albania, Bosnia y Hercegovina, Serbia, Montenegro, Macedonia y Kosovo- que mañana vivirán en Sofía (Bulgaria) su primera gran cumbre con la UE de los últimos 15 años. Una fecha señalada que tendrá un único y destacado ausente: el presidente español, Mariano Rajoy, que no acudirá a la cita por la presencia de Kosovo.

España es, con Grecia, Chipre, Rumanía y Eslovaquia, uno de los Estados de la UE que no reconocen la declaración unilateral de independencia de Kosovo. Con su ausencia, Rajoy evitará una incómoda fotografía con el presidente kosovar, Hashim Thaçi, que recibirá el mismo trato que el resto de líderes presentes en la cumbre organizada por Bulgaria, que ocupa la presidencia semestral de turno, para reafirmar y confirmar la perspectiva europea para la región. La decisión de Rajoy era esperada y no ha sorprendido en Bruselas.