La UE mostró su solidaridad con Grecia ayer, así como su firmeza en la protección de las fronteras para evitar el paso de miles de migrantes, mientras arrecian las críticas a la respuesta de Atenas a esta masiva afluencia. «Nos enfrentamos a un momento quizá histórico con respecto a nuestra responsabilidad de garantizar para los ciudadanos europeos el respeto a nuestras fronteras», expuso el ministro del Interior francés, Christophe Castaner, al llegar a Bruselas, donde se celebróuna reunión de emergencia con sus homólogos de los 27.

Castaner condenó el chantaje del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, quien decidió permitir que los migrantes presentes en su país pasen a Europa, violando un acuerdo sellado el 2016 con la UE para obtener el apoyo europeo en Siria . «No podemos jugar con las vidas de mujeres y hombres que, en su deseo de emigrar a Europa, corren todos los riesgos para su vida», expuso Castaner. «Es esencial que encontremos un marco para las discusiones con Turquía (...) y que no cedamos nada sobre este tema», insistió el dirigente.

España también expresó su solidaridad con Grecia ante la crisis humanitaria. El Gobierno pidió una postura «común» de la UE, en palabras del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

«Estamos para manifestar nuestra solidaridad, de España pero también de la UE, con Grecia, así como con Bulgaria y con Chipre», indicó el ministro a su llegada a un Consejo extraordinario convocado de urgencia para abordar el tema. Marlaska subrayó que «la política de la UE en materia de migración, asilo y protección de fronteras es una política unitaria» y que los ministros van a trabajar «por conseguir una declaración de conjunto».