Unas 40.000 personas han firmado una petición pública en internet para que se aumente desde ocho a 25 años la pena para pirómanos e incendiarios en Portugal, afectado por una grave oleada de incendios.

"Yo, un ciudadano portugués cansado de asistir año tras año la destrucción de nuestro patrimonio forestal por culpa de la mano delictiva del hombre, apelo a la voz del pueblo portugués para que se pueda alterar la pena penal máxima de los ocho hasta los 25 años", abogó el promotor, identificado por los medios como Rafael Carvalho, un funcionario público de 29 años de Vila Nova de Cerveira.

El texto está dirigido al Parlamento portugués, el máximo órgano legislativo, y al presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa.

Esta petición podrá ser debatida en el Parlamento, pues ya superó ampliamente las 4.500 firmas mínimas exigidas.

En Portugal al menos un tercio de los incendios tienen como origen la mano premeditada del hombre, unas veces por intereses económicos (incendiarios) y otras por perturbaciones psicológicas (pirómanos).

Hoy mismo, la Policía Judicial (PJ) de Portugal ha elevado a 27 los arrestados por avivar fuegos durante este año.

Uno de los detenidos ha sido el pirómano que causó el trágico incendio de Funchal, capital de Madeira, que ha provocado la muerte de tres vecinos, la evacuación de un millar y la hospitalización de centenares de personas, sobre todo por inhalación de humos.

Identificado por los medios como Paulo Gonçalves, este joven de 24 años, desempleado y con antecedentes de alcohol y drogas, pasó a prisión provisional después de haber confesado el delito.

Representantes de los partidos políticos portugueses se reunieron de forma excepcional para debatir la oleada de fuegos forestales, que golpea, en especial, el centro y norte de Portugal.

El vicepresidente del Parlamento portugués, José Manuel Pureza, ha admitido que las condiciones para debatir un endurecimiento penal para pirómanos e incendiarios son "oportunas", aunque no se comprometió a ninguna fecha.