Más de 60 personas han muerto y cerca de 300 han resultado heridas en un atentado suicida en un parque de la ciudad de Lahore, en la provincia del Punjab (este de Pakistán), han informado fuentes oficiales. La mayoría de las víctimas son mujeres y niños, según las agencias de noticias

Un suicida ha hecho explotar las bombas que portaba en la zona del aparcamiento del parque público Gulshan Iqbal, cerca de la zona infantil de juegos en torno a la 7 de la tarde hora local, según ha informado a la agencia Efe el portavoz policial del área, Mohamed Salim.

AFP / ARIF ALI

Traslado de un herido tras la explosión en el parque de Lahore.

"Tememos que el número de fallecido sea mayor", ha advertido, por su lado, Salman Rafique, asesor de salud de la provincia de Punjab, la más grande y rica de Pakistán.

La policía ha dicho que no está claro si el blanco del atentado era la minoría cristiana de Pakistán, que ha celebrado estos días la Pascua. En todo caso, en los últimos años las iglesias se han convertido en objetivo de ataques terroristas en Lahore, feudo del primer ministro del país, Nawaz Sharif. Los cristianos representan el 2% de los 200 millones de paquistanís, la inmensa mayoría musulmanes sunís.

Los medios de comunicación han mostrado mujeres y niños gritando y llorando y a los equipos de rescate y policías trasladando a personas heridas a las ambulancias. En el momento de la explosión, el parque se encontraba particularmente lleno de madres con sus criaturas.

ESTADO DE EMERGENCIA

"Cuando ha ocurrido la explosión, las llamas eran tan altas que superaban la altura de los árboles", ha explicado el testigo Hasan Imra. "He visto a cuerpos volando por los aires", ha añadido.

Justo después de producirse el brutal atentado, el Gobierno provincial del Punjab, cuya capital es Lahore, ha declarado el estado de emergencia en todos los hospitales de la ciudad, ha ordenado cerrar todos los parques públicos y ha anunciado tres días de luto. Las tiendas de las principales zonas comerciales también han cerrado sus puertas y las principales calles de la ciudad se han quedado desiertas.

Ningún grupo se ha atribuido la explosión. Pakistán, una potencia nuclear, hace frente desde el 2004 a una fuerte insurgencia talibán y de grupos yihadistas afines en la región de Warizistan, santuario desde el que lanzan ataques en Pakistán y Afganistán. Además el país está golpeado por las bandas criminales y la violenica sectaria.

A mediados de marzo, 15 personas murieron y 30 resultaron heridas en un atentado con bomba contra un autobús en el que viajaban empleados del Gobierno en la ciudad de Peshawar, en el noroeste del país.