Con las matrioskas, las muñecas rusas que encajan una dentro de otra, ocurre como con los 'caganers': no se puede decir que eres famoso hasta que no tienes una réplica tuya en forma de suvenir. Y el presidente electo de EEUU, Donald Trump, ha ganado por méritos propios formar parte de esta gran familia de regalos humorísticos.

En el caso de Trump, su matrioska tiene si cabe un plus añadido, teniendo en cuenta que los servicios de espionaje de EUU han acusado a Rusia de interferir en las elecciones presidenciales estadounidenses.

A cuatro días de la investidura de Trump, las tiendas de suvenires del centro de Moscú se preparan para el histórico acontecimiento sacando brillo a la figurita del futuro presidente de EEUU, junto a la de su homólogo ruso, Vladimir Putin, con quien parece mantener una buena sintonía.

Las matrioskas de Trump salieron al mercado durante la pasada campaña electoral. Para los que no puedan viajar a Rusia para hacerse con ellas, hay un buen surtido de ellas en plataformas de internet como eBay, a precios que oscilan entre los 20 y los 40 euros.