Theresa May ha querido tranquilizar este viernes a los socios europeos sobre sus planes para el ‘brexit’. El día después de que el Tribunal Superior de Londres dictara que será necesario el voto del Parlamento para iniciar formalmente las negociaciones, la primera ministra británica telefoneó a la cancillera alemana, Angela Merkel y al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, para convencerles de que, a pesar del revés legal, controla la situación. Dos llamadas con un idéntico mensaje: el Gobierno británico confía en revocar la sentencia en la apelación que estudiará el Tribunal Supremo. Los expertos legales no comparten esa “confianza” y la impresión general es que la activación del artículo 50, que May fijó para finales de marzo, se retrasará.

La primera ministra británica tiene buenas razones para desconfiar de sus propios parlamentarios. Este viernes, por sorpresa, el conservador Stephen Phillips renunció a su escaño alegando “diferencias irreconciliables” con el Gobierno sobre la aplicación del ‘brexit’. Phillips, que representaba desde el 2010 una circunscripción en el condado inglés de Lincolnshire, apoyó la salida del Reino Unido de la Unión Europea, pero acusa al Ejecutivo de ignorar al Parlamento en la estrategia de las negociaciones.

En una entrevista el pasado mes, Phillips criticó a May por adoptar una postura “contraria a la democracia e inconstitucional, que va a exacerbar las divisiones en nuestra sociedad”. Ante esas crecientes discrepancias, “me siento incapaz de representar adecuadamente a la gente que me eligió”, señaló en el comunicado de renuncia. Phillips es el segundo diputado que pierde la primera ministra en pocos días. La pasada semana, Zac Goldsmith, un eurófobo defensor a ultranza del ‘brexit’, dejó plantados a los 'tories' como protesta por la expansión del aeropuerto de Heathrow, que afecta directamente a su distrito en el barrio londinense de Richmond. La cuestión ahora es si otros disconformes seguirán el ejemplo. Con ambas dimisiones, crecen las especulaciones sobre unas posibles elecciones generales anticipadas, de manera que la primera ministra conservadora pueda reforzar su mayoría en la Cámara de los Comunes y ganar legitimidad.

VISTA EN DICIEMBRE

May insiste en que el calendario para activar el artículo 50 en marzo se mantiene y lo mismo afirmó en Berlín su ministro de Asuntos Exteriores, Boris Johnson. Todo depende, sin embargo, de la decisión del Tribunal Supremo. A fin de dar el mayor peso posible a una sentencia histórica, serán por primera vez todos y cada uno de los 11 miembros del tribunal los que dictaminen sobre el recurso. La vista debería celebrarse en diciembre, aunque el veredicto no se dará a conocer hasta enero.

Los jueces, "enemigos del pueblo" para el 'Daily Mail'

Los defensores del ‘brexit’ duro están furiosos con los tres magistrados que fallaron en favor del Parlamento. El diario ultraconservador 'Daily Mail' los tacha de “los enemigos del pueblo”. Se les acusa de traicionar la voluntad popular expresada en el referéndum y de inmiscuirse en asuntos políticos que no les conciernen. "El sistema judicial se está volviendo cada vez más políticamente activo. Creo necesario algún mecanismo para llamarles al orden", dijo Suzanne Evans, candidata a liderar el partido eurófobo UKIP. Más graves son aún los insultos y las amenazas de violación y muerte que está recibiendo en las redes sociales Gina Miller, la mujer que encabezó la demanda judicial contra el Gobierno.