Gavin Williamson, de 41 años, ha sido nombrado por Theresa May nuevo ministro de Defensa británico. Williamson era hasta ahora el jefe de disciplina de los conservadores en la Cámara de los Comunes (Chief Whip), la persona que conoce todos los asuntos oscuros de cada uno de sus colegas. El recién designado sustituye al frente de la cartera de Defensa a Michael Fallon, que presentó su dimisión el miércoles por “comportamiento inapropiado” en el creciente escándalo sexual que se abate sobre el Parlamento de Westminster.

May ha actuado con celeridad para mantener el difícil equilibro y estabilidad de un Gobierno minado por las luchas internas y las divisiones sobre el ‘brexit’. La primera ministra, demasiado débil para hacer una remodelación profunda, había perdido con Fallon un aliado y un leal apoyo. Lo ha reemplazado por otro hombre también de confianza, al que conoce bien y con el que ha venido trabajando a diario.

Crisis abierta

May se enfrenta a una situación difícil, con toda clase de rumores y revelaciones de acoso sexual agitando los escaños de Westminster. De momento unos 40 diputados conservadores figuran en las listas de implicados en incidentes de acoso en diferentes grados, seis de los cuales, incluido Fallon, son miembros del Gabinete. La crisis está lejos de haberse zanjado con esta sustitución y pueden rodar aún más cabezas.

Fallon había pedido perdón a principios de esta semana por un incidente ocurrido hace 15 años, cuando se propasó con Julia Hartley-Brewer, tocándole una rodilla durante una cena en el congreso del Partido Conservador. La propia periodista restó importancia a lo ocurrido, pensó que fue algo más bien “divertido” y afirma no haberse sentido acosada. Pero Fallon habría reconocido ante May que hay otros incidentes en su pasado que le han llevado a tomar tan rotunda decisión. “La cultura ha cambiado con los años. Lo que era aceptable hace 15 o 20 años, claramente no lo es ahora”, afirma el político que con su renuncia puede obligar a otros a seguir su ejemplo.