Los bomberos luchaban desde la madrugada de este miércoles contra el gigantesco incendio que ha devorado una torre residencial de 24 plantas y 120 apartamentos en el centro-oeste de Londres. Las autoridades han confirmado al menos 12 muertes y 74 heridos en el siniestro, veinte de ellos de gravedad. Cuarenta de los heridos han sido dados de alta en los seis hospitales londinenses donde estaban ingresados. Un número indeterminado de personas continúan desaparecidas y se teme, por tanto, que la cifra de víctimas podría aumentar.

El fuego, de enormes dimensiones, se desató a medianoche en la Torre Grenfell, en una zona próxima a Notting Hill, donde siguen trabajando unos 200 bomberos y 40 camiones antiincendios.