Al menos 15 personas murieron ayer y 38 personas resultaron heridas, según fuentes oficiales, por la explosión de un coche bomba en las inmediaciones del estadio del club de fútbol Besiktas, en Estambul (Turquía), después de la finalización del partido que enfrentaba al equipo de la ciudad contra el Bursaspor, según confirmó el ministro del Interior, Suleiman Soylu.

Las autoridades turcas están convencidas de que se trata de un atentado terrorista contra las fuerzas de seguridad. «La bomba estalló en el lugar donde se encontraban nuestras fuerzas de Policía», indicó el ministro.

Tanto el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, como el primer ministro turco, Binali Yildirim, fueron informados del incidente y estuvieron en permanente contacto con las fuerzas de seguridad en la escena del ataque. Según el ministro, un coche bomba estalló cerca de una furgoneta de las fuerzas especiales de la policía, ubicado cerca del estadio donde algo más de una hora antes se había disputado un partido del Besiktas contra el Bursaspor. Un gran número de ambulancias acudió al estadio, donde la policía tomó medidas de seguridad y acordonado la zona y rumores no confirmados de tiroteos en zonas cercanas, atribuidos luego a la propia policía, sembraron el pánico en Estambul.

El estadio del Besiktas se halla a apenas 500 metros de la céntrica plaza de Taksim, donde se ubican numerosos hoteles. Las imágenes de la televisión turca han mostrado varias columnas de humo, con algunos focos de llamas, cerca de las instalaciones. «Se cree que fue un coche bomba ubicado en un punto donde había una furgoneta de las fuerzas especiales de nuestra policía, y ocurrió justo después del partido, por el lugar donde los aficionados de Bursaspor salieron», explicó el ministro del interior a la agencia turca Anadolu. «Era como el infierno, las llamas subieron hasta el cielo, estaba bebiendo té en el café junto a la mezquita», dijo ayer Omer Yilmaz, que trabaja como limpiador en la cercana mezquita de Dolmabahce. «La gente se agachó debajo de las mesas, las mujeres empezaron a llorar, los aficionados al fútbol que bebían té en la cafetería buscaban refugio, era horrible», explicó este trabajador a la agencia Reuters. Por su parte, el equipo del Bursaspor informó de que no tenían información de que algún seguidor suyo hubiera resultado herido por las detonaciones, que habrían explosionado con una diferencia de unos 20 segundos, según explicó la CNN.

Según el medio israelí Chanel 1, una de las explosiones se produjo cerca del estadio, la otra en la plaza Suzer. Los heridos fueron evacuados a los hospitales cercanos, la policía acordonó la zona y el Consejo de la Radiotelevisión Pública impuso una prohibición temporal de emisión de ciertas imagenes del atentado, aunque la mayoría de los medios siguieron informando sobre él.

Aunque ningún grupo reivindicó el ataque, varios grupos armados han perpetrado atentados similares en Turquía durante el último año. El Estado Islámico ha llevado a cabo tres ataques suicidas en concurridas zonas de la capital económica de Turquía. También los grupos armados kurdos Partido de los Trabajadores del Kurdistán y Halcones de la Libertad del Kurdistán han cometido importantes atentados en el centro de las grandes ciudades turcas desde la ruptura de las negociaciones de paz el año pasado.