Decenas de personas, al menos 65, han muerto al estallar uncoche bomba frente a base militar en la localidad de Zitlan, situada al este de la capital libia. Fuentes de las fuerzas de seguridad han informado de que el vehículo, al parecer conducido por un suicida, se ha empotrado contra la puerta de la base, utilizada como centro de entrenamiento por la Guardia Costera, que lucha contra la inmigración irregular.

Libia, sumida en el caos por el enfretamiento entre autoridades rivales, es tierra abonada para la implantación del Estado Islámico cuyos integrantes están cometiendo sangrientos atentados.

Precisamente el miércoles, el enviado especial de la ONU paraLibia, Martin Kobler, urgió a todos los partidos y grupos libios a esforzarse al máximo para evitar que los recursos petroleros del país caigan en poder de la organización yihadista Estado Islámico (EI).

En un comunicado, el diplomático alemán advirtió, asimismo, de que cada día que pasa sin que se implante el acuerdo de paz en Libia crece un poco más la influencia y el poder de los grupos afines al EI.

El aviso se produce en plena ofensiva de estos grupos yihadistas contra los principales puertos petroleros del país, objeto de un intento de asalto desde hace tres días.