Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, los países fundadores del Mercosur, decidieron desplazar a Venezuela de la presidencia del bloque y ejercer su conducción en conjunto durante el semestre que le correspondía a Caracas. A su vez, los cuatro socios la emplazaron a que acelere la ratificación de los acuerdos normativos y jurídicos que debe cumplir para ser parte del Mercosur. De lo contrario, podría ser “suspendida” el 1 de diciembre próximo.

Venezuela se convirtió en miembro pleno de esa zona de libre comercio hace cuatro años, con Hugo Chávez en el poder, pero todavía no ha cumplido con algunos aspectos del protocolo de adhesión. Entre otras cosas, se le exige que ratifique el Tratado de Asunción sobre derechos humanos. El plazo para hacerlo venció en agosto pasado. Pero Nicolás Maduro está convencido de que el problema no es reglamentario, sino político, y está vinculado con la nueva realidad del bloque en el que Caracas se ha quedado sin aliados.

La salida del kirchnerismo y el Partido de los Trabajadores (PT) de los gobiernos de Argentina y Brasil, respectivamente, debilitaron notablemente la posición de Caracas. El emplazamiento a Venezuela fue hecho por el Ministerio de Exteriores de Brasil, el país que, tras la destitución por parte del Senado de Dilma Rousseff, cambió de una manera radical su actitud hacia ese vecino país. Las relaciones se han tensado hasta el punto de que Maduro llamó a consulta a su embajador en Brasilia tras el “golpe de Estado” que enfrentó Rousseff.

AGENDA DE DIÁLOGO

La amenaza se conoce justo en momentos en que el chavismo y la oposición intentan retomar una agenda de diálogo para sacar a Venezuela del empantanamiento. El presidente se reunió en la noche del martes con el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, quien le entregó a su vez una carta del papa Francisco en apoyo a las conversaciones entre el Gobierno y la MUD. “Le agradezco al Papa sus conceptos en esta comunicación en la que se comprometió con los diálogos de paz”, dijo Maduro durante un programa televisivo. Las negociaciones son a su vez respaldadas por el exjefe de Gobierno de España José Luis Rodríguez Zapatero.

Para la Mesa de Unidad Democrática (MUD), la única posibilidad de avanzar por el camino de la negociación es que se realice el referéndum revocatorio de Maduro este año. “No andamos en conspiraciones y que Maduro deje de estar inventando magnicidios”, dijo el presidente de la Asamblea Nacional,Henry Ramos Allup, y responsabilizó al Gobierno “de lo que aquí pueda pasar” si no acepta la realización de la consulta.