Agentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, los países fundadores del Mercosur, han suspendido a Venezuela como integrante de ese bloque comercial y político por no haber aprobado 112 resoluciones y casi 300 parámetros que son requeridos para formar parte de él. Mientras dure esa sanción, Caracas no tendrá voz ni voto en ese espacio de integración regional.

El Gobierno de Nicolás Maduro rechazó una decisión que se funda a su juicio “en la ley de la selva de unos funcionarios que están destruyendo el Mercosur”. La ministra de Exteriores, Delcy Rodríguez, aseguró que Venezuela “seguirá ejerciendo la presidencia legítima” del bloque y “participará con derecho a voz y voto en todas las reuniones como estado parte”.

IMPACTO POLÍTICO

La presidencia colegiada del bloque alega haber dado a Caracas un ultimátum para ajustarse a la normativa conjunta y, de esta manera, evitar su suspensión desde el primer día de diciembre. No se descarta la posibilidad de que el Mercosur otorgue una nueva prórroga a Caracas, pero el impacto político de la medida tiene ya sus efectos tanto internos como externos.

Venezuela asegura ser blanco de “agresiones internas” por parte de países como Argentina y Brasil, que antes de cambiar drásticamente de signo político eran aliados de mucho peso del chavismo. Rodríguez quiere dirimir la crisis con sus exsocios en el marco del Mercosur, de acuerdo con sus protocolos, y no fuera del mismo. “Venezuela activa el mecanismo Mercosur para resolución de controversias por las agresiones y hostigamiento contra su presidencia en el organismo”, dijo. En una carta dirigida a sus pares, la ministra señaló que la controversia incluye el desconocimiento “exprofeso por parte de sus respectivos Gobiernos de la presidencia pro témpore de Venezuela del Mercosur, que corresponde plenamente, sin que hubiese elementos legales y jurídicos que imposibilitaran tal función”.

MOMENTO DELICADO

El pasado lunes, el presidente Maduro hizo un severo cuestionamiento a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay por las presiones que ejercen en un momento muy delicado de la situación política venezolana. “Si nos sacan por la puerta, volvemos por la ventana”, advirtió.

Los adversarios más intransigentes del chavismo han interpretado este episodio como una “sanción política”. El Mercosur, dijo María Corina Machado, “se deslinda del régimen”.

La noticia de la suspensión de Caracas se conoce en medio de los esfuerzos que realizan el Vaticano, expresidentes latinoamericanos, la Unasur y el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para llevar a buen puerto el diálogo entre el Gobierno y la oposición venezolanas que despeje el horizonte del enfrentamiento en ese país.