La maratoniana semana de reuniones de la canciller alemana, Angela Merkel, para abordar el futuro de la Unión Europea sin el Reino Unido continuó hoy en el palacio de Meseberg, en las afueras de Berlín, donde citó a sus colegas de Holanda, Suecia, Finlandia y Dinamarca.

Sin cobertura para la prensa, Merkel organizó una reunión bilateral con el primer ministro holandés, Mark Rutte, antes de compartir con los cinco líderes una cena de trabajo.

La cita está centrada en la agenda de la reunión informal que mantendrán los socios europeos sin el Reino Unido el próximo 16 de septiembre en Bratislava, eje también del almuerzo que ha organizado mañana en el mismo lugar con los mandatarios de Eslovenia, Bulgaria, Austria y Croacia.

Previsiblemente en esa reunión el "Brexit" compartirá protagonismo con la gestión de la crisis de los refugiados, tema central también del encuentro que mantuvo hoy en Varsovia la canciller alemana con los jefes de Gobierno de los países del Grupo de Visegrado: Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia.

En rueda de prensa tras ese encuentro, Merkel advirtió de que la salida del Reino Unido de la Unión Europea podría suponer un "punto de ruptura" para el bloque si no se toman las "medidas correctas" para avanzar hacia un futuro "próspero".

"Bratislava no será el fin, sino el principio", añadió Merkel mientras los líderes del Grupo de Visegrado pedían reformas profundas en la UE y criticaban la gestión que Bruselas ha hecho de la crisis de los refugiados.

Según confirmó hoy el Gobierno alemán, el próximo viernes la canciller recibirá en Berlín al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.