La canciller alemana, Angela Merkel, reconoce que Alemania cerró los ojos muchos años ante la llegada de refugiados a Europa y defiende nuevamente su gestión de la crisis, un año después de abrir las fronteras a los solicitantes de asilo, en una entrevista que difunde hoy el "Süddeutsche Zeitung".

"También los alemanes ignoramos demasiado tiempo este problema y reprimimos la necesidad de una solución a nivel europeo. Ya en 2004 y 2005 llegaban muchos refugiados y dejamos en manos de España y de otros países en las fronteras exteriores la responsabilidad de lidiar con ello", admite la canciller en tono de autocrítica.

Alemania, reconoce, se opuso entonces a un reparto proporcional de refugiados y a la protección de las fronteras exteriores, que habría significado un recorte de la soberanía nacional.

"Tras los muchos refugiados que acogimos durante la guerra de Yugoslavia, Alemania estaba muy contenta de tener después como prioridad la resolución de otros problemas. Eso no lo puedo negar", agrega.

Hace justo hoy un año, cuando miles de refugiados intentaban llegar desde Hungría a Alemania y oleadas de solicitantes de asilo cruzaban las fronteras de manera irregular en dirección al norte de Europa, Merkel pronunció una frase que le ha perseguido desde entonces: "Lo conseguiremos".

Según apunta hoy, fue una "profunda convicción" la que la movió a decirlo, consciente de la "gran tarea, todo menos sencilla", que supone acoger e integrar a cientos de miles de personas.

Respecto al miedo que pueda sentir parte de la población ante la llegada de refugiados, la canciller asegura que "Alemania continuará siendo Alemania, con todo lo que amamos y nos es valioso", sin renunciar a sus valores y principios.

"En realidad Alemania siempre ha ido cambiando desde la creación de la república federal. Los cambios no son algo malo, forman parte necesaria de la vida", sostiene Merkel después de que el año pasado entraran en el país cerca de 1,1 millones de solicitantes de asilo.

Respecto a los recientes atentados tanto en Alemania como en Francia y Bélgica, Merkel ve "totalmente comprensible" la "intranquilidad y preocupación" que han generado, tras constatarse además que entre los refugiados llegaron a Alemania personas "no sólo con buenas intenciones".

"Pero sencillamente es falso que el terrorismo haya llegado ahora con los refugiados, porque ya existía antes, en las formas más diversas y en particular con los muchos potenciales terroristas que tenemos que vigilar", afirma.

Lo que continúa siendo cierto, agrega, es que la inmensa mayoría de refugiados se dirigió a Alemania para huir de la violencia, los asesinatos, las bombas y el terrorismo y "no desea más que tranquilidad y una nueva oportunidad", afirmó.

La crisis ha favorecido el avance electoral de partidos populistas como Alternativa para Alemania (AfD), formaciones que, denuncia la canciller, "alimentan el miedo y realizan a los ciudadanos falsas promesas con soluciones presuntamente fáciles" y son "un desafío para la democracia".