Europa no quiere dar por perdido el acuerdo nuclear con Irán. Tras haberse reunido durante esta semana con el presidente estadounidense Donald Trump, la cancillera alemana Angela Merkel habló ayer por telefono con el presidente francés, Emmanuel Macron, y con la primera ministra británica, Theresa May para cerrar filas y presionar a Washington para que no cumpla su amenaza de retirarse del pacto con Teherán.

Frente a la inflexibilidad de un Trump que amenaza con hacer volar por los aires un éxito de la diplomacia que consiguió frenar hasta 2025 el programa nuclear de Teherán a cambio de levantar las sanciones internacionales, Europa trata de maniobrar. Así, los tres mandatarios europeos aceptaron que el acuerdo podría ampliarse para abordar cuestiones como el programa de misiles balísticos y el papel de Irán en la región, una estrategia para contentar a Washington.

Mientras, el reloj no para. El 12 de mayo Trump debe informar al Congreso estadounidense sobre el grado de cumplimiento de Irán en el acuerdo nuclear que el régimen de los ayatolás selló junto a Alemania, Francia, Reino Unido, China, Rusia y los Estados Unidos encabezados por el entonces presidente Barack Obama. Como ya hizo con el acuerdo internacional contra el cambio climático, Trump se plantea ahora retirarse del pacto si no se modifica a su gusto.

Mientras tanto, la temperatura sigue subiendo en Oriente Próximo, donde viajó por primera vez como nuevo secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo. Desde Riad, el exdirector de la CIA amenazó con retirarse del acuerdo nuclear iraní si con sus socios europeos no consiguen «readecuarlo».

Por otra parte, el presidente iraní, Hasan Rohaní, advirtió ayer a Estados Unidos que el pacto nuclear que está firmado no es «negociable».