La cancillera de Alemania, Angela Merkel, visitó al dirigente opositor ruso Alexei Navalni, cuando estaba ingresado en el hospital Charité de Berlín tras el envenenamiento que sufrió en la región rusa de Siberia el 20 de agosto.

La visita, desvelada por el semanario Der Spiegel y calificada como "secreta" ha sido confirmada por Navalni, en un mensaje publicado en su cuenta de la red social Twitter.

"Hubo una reunión pero no hay que llamarla secreta. Fue más bien una reunión privada y una conversación con la familia. Estoy muy agradecido con la cancillera Merkel por haberme visitado en el hospital", ha afirmado Navalni.

El semanario Der Spiegel ha detallado que la visita de Merkel a Navalni en el hospital fue un gesto de solidaridad por parte de la cancillera tras el envenenamiento que sufrió el dirigente opositor con agente nervioso Novichok.

ADVERTENCIA A RUSIA

"La visita secreta a Navalni es otra muestra de lo mucho que está comprometida la cancillera con Navalni y de que no dejará que el caso se olvide. El hecho de que la canciller visite al dirigente opositor debería ser una clave para que el Gobierno ruso entienda que Berlín no abandonará el caso y averiguará la verdad", ha señalado la revista.

El 20 de agosto, Navalni quedó inconsciente víctima de unos intensos dolores en pleno vuelo desde Siberia a Moscú, lo que llevó al comandante del avión a realizar un aterrizaje de emergencia en una ciudad siberiana para poder trasladarle a un hospital. Tras dos días hospitalizado en Rusia, donde fue tratado con atropina, un fármaco que se usa contra los agentes nerviosos, Navalni fue trasladado en un avión medicalizado hasta Berlín, donde quedó ingresado en el hospital Charité en estado de coma en una unidad de cuidados intensivos.

Navalni recibió finalmente la semana pasada el alta hospitalaria y sigue con su plan de recuperación tras el envenenamiento. Basándose en el análisis toxicológico realizado por un laboratorio especial del Ejército, el Gobierno de Alemania ha asegurado que Navalni fue envenenado en Siberia con agente nervioso de la familia Novichok, el mismo que se empleó en el envenenamiento contra el exagente ruso Sergei Skripal y su hija Yulia en marzo de 2018 en la localidad británica de Salisbury.

El Ejecutivo de Rusia ha negado cualquier vinculación con el envenenamiento de Navalni y ha llegado a poner en entredicho que fuera envenenado. En 2018 también negó en 2018 cualquier vinculación con el ataque contra Skripal, después de que el Gobierno británico acusara a agentes rusos de haber sido los responsables del envenenamiento.