El ambientalista mexicano Gustavo Castro, único testigo del asesinato de líder indígena Berta Cáceres, el pasado 3 de marzo, retornó hoy a su país después de que una jueza hondureña suspendiera la medida que se lo impedía.

Castro viajó con fuertes medidas de seguridad, desde el aeropuerto de Tegucigalpa con destino a México, acompañado de su hermano Óscar Castro, según se ve en imágenes transmitidas por medios locales.

El mexicano era huésped de Cáceres el día en que fue asesinada la también dirigente ecologista y coordinadora general del Comité Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), del que era cofundadora.

La medida de suspensión de la alerta migratoria se produjo pocas horas después de que

El Ministerio Público indicó hace pocas horas en un comunicado que sobre el asesinato de Berta Cáceres se ha realizado "casi en su totalidad" la investigación científica en una primera fase y agregó que no descarta pueda solicitar la presencia en Honduras del ambientalista mexicano de surgir nuevos elementos.

Como parte de la investigación, el Ministerio Público señaló que el pasado día 13 de marzo intervino por orden judicial una empresa extranjera que pretende construir un proyecto hidroeléctrico, al que Cáceres se oponía porque consideraba que causaría daños a los ríos del occidente del país.

En la empresa Desarrollos Energéticos (DESA), de capital hondureño y chino, las autoridades hondureñas han decomisado "armas, secuestrado documentos" y han tomado declaración a empleados de la compañía, añade la información oficial. ACAN-