El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, y el fiscal general de su país, Alejandro Gertz, se reunieron para analizar los pasos a seguir en materias jurídica y diplomática tras el tiroteo del 3 de agosto en El Paso, Estados Unidos, que dejó 22 muertos, entre ellos 8 mexicanos.

En un comunicado conjunto, la Secretaría (ministerio) de Relaciones Exteriores (SRE) y la Fiscalía General de la República (FGR), indicaron que durante su reunión Ebrard y Gertz "coincidieron en que el atentado en El Paso se trata de un acto equiparable al terrorismo en contra de ciudadanos mexicanos en el exterior".

El texto indicó que la SRE ha proporcionado a la FGR "la información relevante con la que cuenta hasta el momento para la carpeta de investigación que está integrando esta última, y para que en pleno respeto de sus competencias y autonomía, el titular de la Fiscalía decida las acciones jurídicas a seguir.

Apoyo internacional

Por otro lado, la SRE emitió un comunicado en que expresó el agradecimiento del Gobierno de México por las muestras de solidaridad de la comunidad internacional tras el tiroteo.

"Reconocemos el apoyo recibido de dirigentes políticos, organizaciones, miembros de la sociedad civil y numerosos gobiernos", indicó la dependencia, y mencionó entre ellos a Irlanda, Finlandia, Noruega, España, Polonia, Francia, Austria, Bélgica, Alemania, Rumania, Suecia, Suiza, Reino Unido y la Unión Europea.

La SRE sostuvo que estas expresiones demuestran un "amplio, profundo y contundente rechazo a la violencia, la intimidación y el discurso de odio", y reiteró la intención del Gobierno de México de "emprender una serie de medidas jurídicas, diplomáticas y de protección para garantizar justicia, así como para proteger los derechos de las comunidades mexicanas en Estados Unidos".

Red de supremacistas blancos

Previamente, Ebrard expresó la preocupación de que el autor del tiroteo en El Paso esté vinculado a una red de "supremacistas blancos" que puedan preparar otros ataques. "Nos preocupa que otras personas piensen igual que este sujeto", dijo el titular de Exteriores en conferencia de prensa desde el Palacio Nacional.

Añadió que esta preocupación le fue manifestada a las autoridades estadounidenses "y encontramos disposición". Ebrard señaló que la respuesta de México no se quedará en un pronunciamiento o una nota diplomática, sino que dará paso a acciones legales como una denuncia por terrorismo contra el autor de los hechos.

El canciller aseguró que tipificar los hechos como terrorismo va a tener muchas implicaciones, y adelantó que además habrá una acción legal por el arma utilizada. Dijo que México busca participar en la investigación en los Estados Unidos porque, citando a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) del país vecino, el mayor peligro para los estadounidenses son los "supremacistas blancos" y su red. "Queremos coadyuvar y evitar cualquier otro evento de esta naturaleza en Estados Unidos", apuntó.