Miles de personas salieron a la calle ayer en ciudades de todo el Reino Unido para protestar contra la decisión del primer ministro británico, Boris Johnson, de clausurar el Parlamento durante cinco semanas en la recta final del proceso del brexit.

Frente a Downing Street, residencia oficial del jefe de Gobierno en Londres, se congregó una multitud con pancartas que llamaban a «defender la democracia» y «detener el golpe» del conservador Johnson. Las protestas se repitieron a lo largo del país, con concentraciones en Manchester y Liverpool (Inglaterra), Glasgow (Escocia), Swansea (Gales) y Belfast (Irlanda del Norte), entre otras ciudades.

Un grupo de manifestantes cortó el tráfico en la céntrica plaza de Trafalgar de la capital británica, mientras que otros bloquearon temporalmente el puente de Westminster al grito de «la democracia y el Parlamento están siendo atacados». Las concentraciones fueron convocadas por el grupo de presión antibrexit Otra Europa es Posible y por Momentum, una organización adscrita al ala más izquierdista del Partido Laborista.

El líder laborista, Jeremy Corbyn, se dirigió a los manifestantes en Glasgow para asegurar que su partido tratará de desbaratar la estrategia de Johnson. «Estoy orgulloso de estar aquí con vosotros para decirle a Boris Johnson que de ningún modo (cerrará las cámaras), es nuestro Parlamento», declaró.

FRENTE JUDICIAL / Un juez escocés celebrará el martes una vista para evaluar la petición de un grupo de 75 parlamentarios que se oponen al receso de las cámaras de Westminster. El jueves, el Tribunal Superior de Londres analizará una petición similar impulsada por la empresaria y activista Gina Miller y el ex primer ministro conservador John Major, mientras que en Irlanda del Norte otro magistrado decidirá mañana si inicia también un procedimiento.