Miles de supervivientes de las inundaciones que devastaron un rincón remoto de Corea del Norte el pasado agosto necesitan ayuda urgente ante el invierno que se avecina, según ha afirmado este martes un alto funcionario de la ayuda internacional.

Las inundaciones, las peores que ha sufrido Corea del Norte en 70 años, castigaron zonas nororientales próximas a la frontera con China y Rusia, y afectaron a 600.000 personas, dejando sin hogar a 70.000, ha señalado la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC, en sus siglas en inglés).

"Todavía hay mucho que hacer. Muchas personas lo perdieron todo", ha declarado el presidente de la IFRC, Tadateru Konoé, en un comunicado emitido tras una visita de 10 días al aislado país.

"Necesitan suministros básicos de auxilio para superar los meses de invierno y hace falta más inversión para restaurar los servicios de salud, abastecimiento de agua y sistemas de saneamiento junto con campañas de concienciación para prevenir la propagación de enfermedades transmisibles".

La subdesarrollada y rural Corea del Norte sufre la falta de infraestructura adecuada y gran parte de su terreno montañoso ha sido desforestado para proporcionar tierras agrícolas, eliminando así una barrera natural contra inundaciones.

POBLACIÓN ESPECIALMENTE VULNERABLE

El país dirigido con mano de hierro por el dictador Kim Jong-un también sufre inviernos muy fríos, lo que comporta que las personas sin hogar a causa de las inundaciones sean particularmente vulnerables.

En septiembre, la IFRC hizo un llamamiento urgente para recaudar 15,5 millones de dólares (14,6 millones de euros) para que la Sociedad de la Cruz Roja de Corea del Norte pudiera ampliar su cobertura de ayuda, pero solo se ha conseguido un 25% del objetivo, ha indicado la IFRC.

La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios señaló en septiembre que, según cifras basadas en datos gubernamentales, las inundaciones causaron 133 muertos y 395 desaparecidos.