Tras un nuevo ataque terrorista en donde al menos ocho personas murieron y diez resultaron heridas en un atentado con un coche bomba en Mogadiscio, la capital de Somalia, la milicia terrorista de Al Shabab se reivindicó el ataque a través de la emisora de radio pro insurgente Andalus.

El grupo, que está ligado a la red terrorista Al Qaeda, lucha desde hace años en Somalia para establecer un Estado islámico. En todos estos ataques y atentados han muerto hasta la fecha miles de personas.

Según el informe policial sobre el ataque en Mogadiscio, la bomba explotó frente a un edificio gubernamental en el distrito de Hawlwadaag, donde la mayoría de las víctimas son civiles y el primer reporte indicó que eran al menos seis personas muertas, incluidos dos niños, y una docena han resultado heridas, pero después subió la cifra de decesos a ocho.

El terror en las calles

Según fuentes de los servicios de emergencia consultadas por Efe, la explosión se produjo alrededor de las 11 hora local (10.00 hora peninsular española) en las oficinas centrales del gobierno del distrito de Howlwadaag, cuyo edificio ha colapsado. Además, la explosión ha afectado a una escuela coránica en la que había niños en ese momento.

"He visto coches en la calle después de la explosión y antes de que las ambulancias y los paramédicos llegaran a la escena y todo era horrible", ha asegurado una testigo llamada Halima Mohamed a AP.

Servicios de emergencia y tropas militares se encargaron de rescatar a las víctimas, por lo que no se descarta que el saldo de fallecidos pueda aumentar. Al Shabab, que utiliza a menudo esta estrategia de ataques en Somalia, ya ha reivindicado la autoría del ataque.

En octubre de 2017, esta organización yihadista cometió el peor atentado de la historia del país: un ataque con camiones bomba que causó 512 muertos, también en Mogadiscio. Al Shabab, que se afilió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda, controla parte del territorio en el centro y el sur del país y aspira a instaurar en Somalia un Estado Islámico de corte wahabí.

Somalia, por su parte, vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.