Vodafone ofrece gratuitamente minutos y gigas, Amazon permite acceder sin coste alguno al Prime Video, Mondadori regala suscripciones de tres meses de sus revistas, los diarios 'La Repubblica' y 'La Stampa', lo mismo. Son algunas de las iniciativas surgidas en las últimas horas en Italia, desde que un decreto del Gobierno ha convertido a todo el país en una zona roja con el objetivo de contener el coronavirus. La deferencia de estas empresas es que los ciudadanos puedan contar con una variada oferta de contenidos para hacer más llevadero el confinamiento que de forma machacona recomiendan las autoridades, a todas horas y desde todos los medios. No es para menos: los muertos se elevan ya a 631 y los contagios superan la escalofriante cifra de 10.000 personas. Un panorama devastador teniendo en cuenta que los servicios de emergencia de los hospitales están completamente colapsados.

Actores, actrices, cantantes, novelistas, futbolista y otros famosos se van sumando en las redes sociales a los hastags #iostoacasa, #iorimangoincasa (yo estoy en casa, yo permanezco en casa) y otros similares para colaborar con el confinamiento de las ciudades, en parte impuesto y en parte voluntario.

"Deja el virus fuera de la puerta", reza el del Ministerio de la Salud. Yo me quedo en casa con la música, dice otro. El asunto es serio, chicos, ayudémoles a contener el contagio, suelta Luciano Ligabue, famoso músico y cineasta italiano. Me quedo, será para el bien de todos, añade el cantautor Claudio Baglioni. Aunque lo tengáis y no lo sepáis, estáis contaminando a los otros, predica el actor Alessandro Borghi. La también popular Jesica dice a los jóvenes: Colgáis vuestros post en Instagram diciendo que la vida perfecta es una mantita y Neflix, pues es ahora que tenéis que hacerlo, ¿no?.

AFIRMACIONES INFUNDADAS

Varios reportajes televisivos han alertado en los últimos días a las autoridades porque los jóvenes de las primeras zonas rojas se mofaban públicamente de que el Covid-19 "solo afectaba a los viejos". De manera que los medios han empezado a publicar estadísticas que lo desmienten, por lo menos en parte. No son todos ancianos: uno de cada tres afectados en las UCI de Lombardía cuenta entre 50 y 64 años y el 8%, entre 25 y 49 años, destaca Giulio Gallera, consejero para el Bienestar Social de aquella región.

Mientras se intenta contrarrestar la supuesta inmortalidad de los jóvenes, los efectos de las medidas del Gobierno van haciendo mella en la población. Algunos siguen vaciando supermercados, a pesar de que las autoridades han avisado repetidamente de que no faltará comida. A partir de este martes, en los bancos entran solo dos clientes a la vez. Para trasladarse de una ciudad o pueblo a otro hay que llevar una autodeclaración, escrita en un impreso que se descarga de internet. Se puede salir solo por trabajo, por razones sanitarias y por una necesidad justificada. En el Senado de la capital entran dos parlamentarios simultáneamente, incluso si hay que votar. Los bares cierran a las seis de la tarde y se toma la temperatura a todos los pasajeros que salen de Italia hacia un país externo de la UE.

Cuando el Gobierno decretó el cierre del norte peninsular, unas 20.000 personas escaparon a tiempo hacia las islas y el sur. Dos días después la zona roja del norte fue extendida a toda Italia. Se fueron antes de la medianoche, a pesar de los gritos que prohibían dejar la ciudad, escribe en 'Los novios' Alessandro Manzoni. Era el siglo XVIII.

Y las cosas podrían ir a más: los industriales del norte y varios científicos piden que se cierren todas las actividades económicas no esenciales.