No es la primera vez que los altos cargos de las instituciones europeas se encuentran ante un hemiciclo vacío al ir a rendir cuentas ante la Eurocámara, pero este martes el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha estallado como nunca antes ante la nula asistencia parlamentaria al debate organizado para despedir la presidencia semestral maltesa de la Unión Europea. “El Parlamento Europeo es ridículo. Esta situación es ridícula” y “saludo a aquellos que están en la sala”, ha abroncado ante poco más de una treintena de eurodiputados.

“El hecho de que solo haya una treintena miembros aquí presentes participando en el debate demuestra que el Parlamento no es serio”, ha reprochado visiblemente enfadado ante la atónita mirada de los presentes. Juncker ha lamentado además que si el primer ministro de Malta, Joseph Muscat, y presente en la sala para despedir los seis meses de presidencia semestral de Malta fueran la cancillera alemana Ángela Merkel o el presidente francés, Emmanuel Macron, el hemiciclo estaría a rebosar.

El presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, ha interrumpido al político luxemburgués pidiendo respeto para la Eurocámara porque “no es la Comisión Europea la que contra al Parlamento Europeo” sino al revés ha reaccionado el conservador italiano, de la misma familia política que Juncker. “No somos ridículos. Elija sus palabras”, ha añadido a lo que el democristiano luxemburgués le ha avisado que no volverá a comparecencias semejantes. “Naturalmente que la Comisión está sometida al control del Parlamento pero el Parlamento también tiene que respetar a una presidencia aunque sea de un país más pequeño”, le ha espetado ante la sonrisa de Muscat.

Tras el rifi-rafe matunino, Juncker y Tajani han mantenido un breve encuentro, según ha informado el portavoz de la institución, en el que el presidente de la Comisión Europea “ha lamentado los términos utilizados” y tras el cual ha dado el asunto “por cerrado”, ha asegurado. La bronca no ha sentido, sin embargo, nada bien a muchos eurodiputados. Entre ellos al jefe de filas de los socialistas europeos, Gianni Pitella. En su cuenta de Twitter, le ha urgido a Juncker a “dirigir su ira hacia el Consejo por su inacción sobre inmigración”. Y el mismo enfado ha mostrado el ecologista Sven Giegold. “El presidente de la Comisión no hace bien a la democracia europea boicoteando al Parlamento”, ha criticado.

Sí le ha dado la razón, en cambio, sobre un absentismo mucho más acuciado cuanto más pequeño es el país protagonista. “Aunque el comportamiento de Juncker es totalmente inapropiado tiene razón en una cosa. Cuando los países más pequeños hablan en el pleno parece que genera menos interés en comparación con los discursos de Merkel o Macron. Pero este comportamiento refleja las relaciones de poder reales en el Consejo Europeo”, ha recordado. El eurodiputado catalán Ernest Urtasun le ha dado también la razón y ha recordado que no puede ser que el hemiciclo esté tan vacío en un debate “con la presidencia, sea la que sea”.