Un estudio llevado a cabo por el servicio nacional de salud británica refleja que cerca de 5.500 pacientes murieron durante los pasados tres años debido a una espera demasiado prolongada en los pasillos u otros lugares hasta tener adjudicada una cama en hospitales sobresaturados.

Concretamente, 5.449 pacientes han perdido sus vidas desde el 2016 como resultado directo de esperar entre 6 y 11 horas esperando en pasillos. Es una «mortalidad estimada», según el estudio.

La Asociación de Pacientes ha calificado estos datos de «profundamente impactantes y deplorables» y culpabiliza de la situación a la falta de recursos de la sanidad pública británica. Los demoledores datos salen de un estudio realizado por la sanidad pública británica analizando el tipo de atención recibida por cuatro millones de pacientes durante los últimos tres años.

La investigación, firmada por los doctores Chris Moulton y Cliff Mann, suscribe que 960 pacientes, de un total de 79.228, murieron como consecuencia directa de una espera de entre seis y nueve horas. Los autores del estudio constatan que el fallecimiento tuvo que ver más con el tiempo de espera que con la condición médica de los enfermos.