Una niña de entre seis y siete años ha muerto este lunes en un incendio declarado en el campo de refugiados de Moria, el mayor de la isla griega de Lesbos y de Europa. El centro tiene una capacidad oficial de 2.800 personas, pero en la actualidad alberga a casi 20.000 que malviven en unas condiciones deplorables: no hay ni sistema sanitario, ni seguridad ni las condiciones de higiene necesarias.

"Durante la operación hemos encontrado entre los escombros a una niña muerta", ha dicho en un comunicado el departamento de bomberos de la isla griega. El incendio ha quemado por completo dos contenedores que servían de vivienda a varias familias de refugiados y migrantes. De momento, sin embargo, se desconoce el origen y la causa del fuego.

TENSIÓN EN LA ISLA

Durante las últimas semanas, Lesbos ha vivido una tensión enorme por el anuncio de Turquía, el pasado 28 de febrero, de que abría las puertas de sus fronteras a Europa. En pocos días, unas 500 personas, a través del Egeo, llegaron a la isla griega. Muchas fueron bloqueadas por la guardia costera helena. Y los que sí conseguían llegar a tierra eran hostigados por grupos de locales, fascistas griegos o de otros países europeos.

Durante estas semanas, el campo de Moria fue bloqueado por las autoridades, que permitían a los grupos fascistas campar a sus anchas por la isla. Y ahora, después de estas escenas, se suma otro peligro. La posible llegada del coronavirus: En algunas partes del campo de Moria solo hay un grifo de agua por cada 1.300 personas y no hay jabón disponible . Esto significa que las medidas recomendadas para prevenir la propagación del virus resultan simplemente imposibles, avisa Médicos Sin Fronteras (MSF).