La campaña "Me too" (yo también), en la que muchas mujeres en el mundo occidental denuncian a través de las redes sociales haber sufrido acoso sexual, ha llegado al mundo musulmán y apunta en concreto al Haj, el peregrinaje anual a La Meca, donde se congregan grandes multitudes.

La periodista, escritora y activista feminista egipcio-estadounidense Mona Eltahawy rompió el fuego. Eltahawy relató en Twitter su experiencia de acoso sexual durante el Haj del 2013, que ya había explicado en un libro en el 2015, e inició el hashtag #MosqueMeToo (Mezquita, yo también), el pasado 6 de febrero. En menos de 24 horas, musulmanes de todo el mundo, mujeres y hombres, habían utilizado la etiqueta más de 2.000 veces.

La etiqueta también se ha convertido en 'trending topic' en Twitter en farsi, la lengua de Irán hablada también por algunas comunidades en países vecinos.

Muchas mujeres explican sus experiencias de acoso sexual en el Haj, centrados sobre todo en tocamientos. Algunas denuncian que algún hombre se frotó sus partes contra ellas.

A muchas mujeres musulmanas, sobre todo en países como Irán, Arabia Saudí o Afganistán, por poner algunos ejemplos, se les enseña desde muy jóvenes que llevar el velo y ropa holgada que cubra todo el cuerpo las protege del acoso sexual.

El Haj es el quinto pilar del islam. Todos los musulmanes que puedan permitirselo económicamente y gocen de salud están obligados a cumplir con el ritual al menos una vez en la vida.