El aviso que recibieron las autoridades bávaras no estaba confirmado al 100% pero era de tal peso que no podía obviarse. Fue el argumento esgrimido por la policía para evacuar en Nochevieja dos estacionesde tren de la localidad alemana de Múnich ante la amenaza de un atentado firmado por el Estado Islámico.

El ministro del Interior bávaro, Joachim Herrmann, aseguró que servicios secretos "amigos" -luego se sabría que eran franceses- habían informado de que entre cinco y siete terroristas de nacionalidadiraquí y siria pretendían atentar haciéndose estallar en Múnich. Señalaban lugares y horas concretos. Los suicidas debían acudir en parejas a las estación central y de Pasing, en el oeste de la ciudad, para luego hacerse explotar. De ahí la decisión de evacuarlas antes de medianoche.

La investigación abierta no ha arrojado, de momento, resultados y no se han llevado a cabo detenciones. Algunas fuentes, incluso, cuestionan que esos terroristas existan realmente. Sin embargo, el titular de Interior defendió la idoneidad de una decisión que equiparó a la tomada hace unas semanas en la ciudad de Hannover, donde se canceló un partido de fútbol entre Alemania y Holanda.

REBAJA DE LA ALERTA

Horas más tarde, las estaciones evacuadas volvieron a funcionar con normalidad controladas por 550 agentes.A primera hora de la tarde del viernes, las fuerzas de seguridad del estado federal alemán de Bavierahan rebajado ya la alerta terrorista al descartar un riesdo inminente de atentado.

"No existen indicios concretos" de peligro de atentado en la capital bávara, corroboró el jefe de la policía de Múnich, Hubertus Andrä, que se negó en rotundo a hablar de falsa alarma y defendió la decisión. Un apoyo que Baviera también ha recibido del Gobierno central. El ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, alabó la actuación de las autoridades regionales al decidir la evacuación.