Miles de budistas celebraron hoy en Nepal, cuna de Buda, el aniversario del nacimiento de "El iluminado", que se cree que se produjo en el año 623 a.C. en la localidad de Lumbini, cerca de la frontera con la India.

Durante toda la mañana, monjes budistas de países como Nepal, la India, Tailandia, Birmania (Myanmar) y Sri Lanka acudieron a Lumbini para ofrecer sus plegarias en uno de los lugares más sagrados para esta religión, donde se tiene constancia de que se produjeron importantes peregrinaciones desde el siglo III a.C.

En el país del Himalaya, donde alrededor del 9 % de sus 28 millones de habitantes profesa el budismo, las muestras de respeto hacia "El iluminado" se manifestaron además en otros lugares sagrados como la gran estupa Boudhanath, el monumento budista más emblemático del valle de Katmandú.

La gran estupa, construida hacia el siglo VII para albergar las reliquias de una santidad, está coronada por los tres ojos de Buda, cegados por el devastador terremoto de 2015 que causó graves daños en el país y cerca de 9.000 muertos, y que recuperaron la vista a finales del año pasado tras concluir las labores de restauración.

Con motivo de la festividad, el primer ministro de Nepal, Pushpa Kamal Dahal, aseguró hoy a través de un comunicado que para lograr un mundo mejor todos deberían interiorizar la filosofía de Buda, que abogó por "la paz, la no violencia y el bienestar humano".

Hoy es festivo en Nepal, un país predominantemente hinduista.

Según la tradición budista, la reina Maya Devi, madre de Buda, dio a luz aferrada a la rama de un árbol en el Jardín de Lumbini, a medio camino entre el reino de sus padres y el de su esposo, el rey Sudhodhan.

El considerado lugar de nacimiento de Siddhartha Gautama, el nombre de Buda antes de que tuviera "La Iluminación", se identificó en 1896.

El hallazgo se produjo tras el descubrimiento en el área de un edicto en piedra de Ashoka, emperador indio del siglo III a.C. que se convirtió del hinduismo al budismo y que prestó particular atención a los lugares santos de su nueva fe religiosa.

Inscrito en el Patrimonio Mundial en 1997, el Jardín Sagrado de Lumbini era muy frecuentado a mediados del primer milenio de nuestra era, aunque posteriormente fue abandonado y cubierto por la jungla en la Edad Media hasta su redescubrimiento, según la UNESCO.