Benjamín Netanyahu seguirá siendo el jefe del Gobierno de Israel durante el primer año y medio del Ejecutivo unitario, según el acuerdo que ayer cerraron en Tel Aviv el líder del derechista Likud con el dirigente centrista Beny Gantz, que pondrá de este modo fin a más de un año de bloqueo político en el país. El pacto permitirá así que Israel tenga por fin un Gobierno después de las fallidas negociaciones que llevaron a repetir las elecciones en tres ocasiones.

El acuerdo habla de la formación de un «gobierno de emergencia nacional» y contempla que Beny Gantz ocupe durante los próximos 18 meses la cartera de Defensa, mientras que Netanyahu se mantendrá en el cargo de primer ministro. Al término de este periodo será Gantz, máximo dirigente de la coalición Azul y Blanco, el que se podrá al frente del Ejecutivo. El Gabinete tenga una duración reducida de tres años.

Después de 16 meses de gobierno de transición, tres elecciones legislativas con resultados muy ajustados e infructuosas y frustrantes negociaciones, Netanyahu, de 70 años, y Gantz, de 60, se reunieron la noche justo antes del comienzo de Yom Hashoah, el Día del Holocausto, que tiene lugar desde el atardecer de ayer lunes hasta el anochecer de hoy en Israel.

Esta fue la reunión clave que ha acabado desencayando el prolongado bloqueo político.

«Hemos evitado unas cuartas elecciones», escribió Gantz en su cuenta de Twitter tras confirmarse el pacto. «Mantendremos la democracia, lucharemos contra el coronavirus y nos ocuparemos de los ciudadanos de Israel. Hay un Gobierno de emergencia nacional», añadió sobre el nuevo Ejecutivo. El primer ministro, por su parte, también usó la red social para celebrar la conformación del Gobierno y aseguró: «Trabajará para salvar la vida y el bienestar de los israelís».

A falta de que se concreten más detalles, se espera que el resto de los ministerios se repartan entre el Likud de Netanyahu y sus socios, los partidos ultraortodoxos y ultraderechistas, y los parlamentarios de la facción Azul y Blanco de Gantz. También podría incluir a diputados del Partido Laborista.

PROMESA ELECTORAL / Gantz, cuya promesa electoral fue sacar del poder a Bibi (Netanyahu), habría accedido al requisito del mandatario de que el Likud tenga mayor participación en la composición del Comité de Nombramientos Judiciales, algo que podría ser decisivo en el juicio por corrupción contra el primer ministro previsto para el próximo mes de mayo.

El pasado año, el Fiscal General del Estado, Avichai Mendelblit, imputó a Netanyahu por fraude, cohecho y abuso de confianza. Poco después, el líder del Likud afirmó: «Todas estas acusaciones van a desplomarse», al tiempo que calificó la decisión del fiscal de una «caza de brujas» contra él por parte de las fuerzas de izquierda. También selañó que iba a seguir siendo primer ministro «muchos, muchos años».