El primer ministro israelí en funciones, Binyamin Netanyahu, ha puesto a prueba este jueves el liderazgo que ostenta desde hace 14 años consecutivos --en total, dos décadas, con un paréntesis de seis años-- en su partido, el Likud, el principal de la derecha israelí.

Netanyahu se enfrenta en las primarias al único candidato que se ha atrevido a desafiarle, el diputado y exministro de Educación Gideon Saar. Ningún analista espera que el 'rey Bibi' --como se conoce a Netanyahu popularmente-- pierda, a pesar de estar acusado desde noviembre por la Fiscalía General del Estado de fraude, cohecho y abuso de confianza por tres casos de corrupción.

No obstante, algunos expertos recordaban este jueves que las primarias pueden traer sorpresas. "Las posibilidades de éxito de Gideon Saar en esta misión imposible (...) parecen ser minúsculas. Pero nunca digas nunca jamás en unas primarias. El laborista Amir Peretz derrotó a Shimon Peres contra todo pronóstico", señalaba el comentarista Ben Caspit en el diario israelí de derechas 'Maariv'.

IMPORTANCIA DEL PORCENTAJE DE VOTO

Los analistas consideran que lo importante es qué porcentaje de votos logra cada candidato. Si el primer ministro se impone a Saar por un margen estrecho, su autoridad quedaría en entredicho y mostraría una división interna en el partido.

El Likud no celebraba primarias desde el 2014, cuando Netanyahu obtuvo el 70% de los apoyos frente al 19% que consiguió el ahora embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon. En el 2016, las primarias se cancelaron por falta de contrincante para el primer ministro. Se calcula que Saar podría superar el 30%, pero lo que ya ha logrado es romper con la imagen de que el Likud es solo Netanyahu.

LLAMADA A LOS MILITARES

A pesar de estar convencido de su victoria, Netanyahu ha hecho un llamamiento a sus "hermanos y hermanas" a desafiar las inclemencias de un día de lluvia e ir a votar. Las urnas se han abierto a las 9.00 horas y se cerrarán a las 23.00 horas (las 22.00 horas en España) para que voten 116.048 militantes. A las 7 de la tarde, solo lo había hecho el 30%. Los resultados se anunciarán este viernes.

Netanyahu ha pedido una oportunidad para presentarse al frente del Likud en las elecciones generales del próximo 2 de marzo, las terceras que celebrará Israel en menos de un año. El primer ministro israelí fracasó en el intento de formar un gobierno de derechas con el bloque de partidos religiosos y de ultraderecha y uno de unidad con sus rivales de la coalición de centroderecha Azul y Blanco.

El problema para pactar la segunda opción fueron sus acusaciones por corrupción. Azul y Blanco no quiere un Gobierno con un primer ministro inculpado. En cambio, llegaría a un acuerdo con Saar y esta es la principal baza que vende a los militantes porque, en cuanto a ideología, está en la la línea de Netanyahu.