A juicio del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, los gobiernos europeos terminarán siguiendo los pasos de Estados Unidos y reconocerán en un futuro a Jerusalén como capital de Israel.

“Aunque no hay un acuerdo es lo que ocurrirá en el futuro. Creo que la mayoría de los países europeos trasladarán sus embajadas a Jerusalén reconociendo que es la capital de Israel”, ha insistido a su llegada a la sede del Consejo, donde se reúne este lunes en un desayuno informal con los ministros de exteriores de la UE.

Se trata de la primera visita de un mandatario israelí a las instituciones europeas en 22 años. Un viaje oficial para abordar el relanzamiento de las negociaciones del proceso de paz que se produce en un momento crítico, tras la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer de forma unilateral a Jerusalén como capital del estado de Israel.

Un asunto que ya generó enorme controversia durante las anteriores negociaciones debido a las discrepancias sobre la supervisión de los lugares sagrados.

“Creo que lo que el presidente Trump ha hecho es poner los hechos sobre la mesa. La paz se basa en reconocer la realidad” y “Jerusalén es la capital de Israel”, ha explicado recordando por ejemplo que es la sede del Gobierno y del Tribunal Supremo.

DESDE HACE 3.000 AÑOS

“Nadie lo puede negar y hace que la paz sea posible porque reconocer la realidad es la base de la paz”, ha insistido recordando que Jerusalén lleva siendo la capital del estado judío desde hace 3.000 años y que es hora de que los palestinos reconozcan la situación y abandonen el estado de denegación de la historia judía. Es más, el mandatario israelí ha recordado la importancia de su país para mantener la seguridad en la región y ha subrayado que la inteligencia israelí ha impedido “muchos ataques, muchos de ellos en territorio europeo”.

La Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Federica Mogherini, ha puesto el acento por su parte el acento en la necesidad de encontrar una solución negociada al conflicto basada en el reconocimiento de dos Estados: Palestina e Israel y una capital común, Jerusalén.

“Es nuestra posición consolidada”, ha insistido confiada en que puedan relanzarse las negociaciones de paz. “Lo peor que puede ocurrir ahora es una escalada de las tensiones y la violencia. Primero alrededor de los lugares sagrados pero también en la región. Un aumento de la tensión y la violencia solo inflamarán la región y será un regalo para los extremistas y para aquellos que no quieren vivir en paz y seguridad juntos”, ha recordado.

La mayoría de los ministros de exteriores que se han pronunciado a su llegada a la reunión han criticado la decisión unilateral adoptada por Trump y han reiterado la postura expresada por Mogherini. Es decir, que las negociaciones de paz deben encaminar el proceso hacia una solución de dos estados. “Espero que podamos tener una discusión muy franca sobre la situación de Jerusalén y también sobre la colonización que debe detenerse y la demolición de infraestructuras humanitarias que debe cesar también”, ha urgido el ministro de exteriores belga, Didier Reynders.

PRUDENCIA DE DASTIS

Por su parte, el ministro de exteriores español, Alfonso Dastis, ha explicado que España de momento no reconocerá el Estado palestino y que solo lo hará conjuntamente con la UE “cuando creamos que es más conducente para una solución del conflicto israelo-palestino”.