Activistas antigubernamentales de Nicaragua rechazaron las acusaciones vertidas por el jefe de las Fuerzas Armadas, Julio César Avilés, sobre contactar a militares para un posible "golpe de Estado" en 2018, en medio de la crisis sociopolítica local.

Tanto el activista Guillermo Incer, como la excandidata a la vicepresidencia Violeta Granera, desestimaron las palabras que brindó Avilés, durante la conmemoración del aniversario número 40 de la fundación del Ejército de Nicaragua.

Sin mencionar nombres, el jefe militar afirmó que en los inicios del estallido social contra el presidente, Daniel Ortega, en abril de 2018, representantes de oenegés "hacían llamados a leales compañeros para abrir la posibilidad de darle un golpe de Estado al Gobierno".

COMBATIR A PARAMILITARES

Incer, quien desestimó la teoría del golpe de Estado, afirmó que las demandas de las oenegés de Nicaragua, no son "ningún secreto" y que "es obligación del Ejército desarmar cualquier fuerza irregular que esté actuando al margen de la ley, el llamado sería que asuma sus responsabilidades".

Las fuerzas irregulares referidas por Incer son los grupos paramilitares, involucrados en asesinatos y secuestros de opositores en Nicaragua, cuya Constitución solamente admite como cuerpos armados al Ejército y la Policía.

"Las denuncias que hemos hecho las organizaciones de sociedad civil tienen argumentos que las sustentan, y aquí se cometieron crímenes de lesa humanidad que no hubieran sido posibles sin la colaboración de las entidades del Estado", sostuvo Incer. Por su parte, Granera afirmó que es una "obligación luchar por la democracia, la justicia, el respeto a los derechos humanos y los derechos cívicos, que están consignados en la Constitución".

DISCURSOS CADUCOS

Sobre el supuesto "golpe de Estado fallido" apoyado por gobiernos "imperialistas", Granera sostuvo que "Ortega, ante la falta de argumentos y de cero justificación de la represión a la que ha sometido al pueblo de Nicaragua, va a seguir enarbolando el mismo discurso caduco, que ya no tiene ningún impacto".

En enero pasado una delegación del Parlamento Europeo pidió a Ortega las pruebas del alegado "golpe de Estado fallido", pero el silencio del presidente nicaragüense les hizo desestimar su alegato. El Gobierno de Nicaragua tampoco ha divulgado los nombres de quienes están detrás del supuesto intento de "golpe de Estado", y hasta ahora no arresta a nadie de los grupos a los que ha acusado de manera directa, como son el Episcopado y los grandes empresarios.

Al menos 328 personas han muerto en los 16 meses de crisis, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que ha responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por crímenes "de lesa humanidad. Organizaciones humanitarias locales suman hasta 595 víctimas, de las que el Gobierno acepta 200.