El pasado agosto la imagen del pequeño Omran Daqneesh, cubierto de ceniza y polvo, con la mirada perdida, sentado esperando una ambulancia, dio la vuelta al mundo. El niño de Alepo, que sobrevivió a uno de los combates entre el Ejército de Bashar al Asad y los rebeldes, se convirtió en símbolo de la gran tragedia que vive Siria tras más de cinco años de guerra. Ahora, casi un año después, ha reaparecido en imágenes difundidas por una cadena de televisión del régimen sirio, que las ha utilizado para acusar a la prensa internacional de falsear la realidad de lo que le ocurrió al niño.

El niño, que perdió a su hermano en el ataque de Alepo, aparece junto a su padre, que explica a la periodista Kinana Allouche que la familia sigue viviendo en Alepo y que no se plantea abandonar Siria. Allouche, que asegura que los medios de comunicación falsearon la historia de Omran, ha colgado un vídeo en su cuenta de Facebook.

En la entrevista, el padre de Omar explica que el niño goza de buena salud y que siguen viviendo en Alepo, ahora bajo control del Ejército sirio. Detalla que le ha cambiado el nombre para protegerle y evitar que sea secuestrado y acusa a los rebeldes de intimidar a la familia.

Valerie Szybala, del Instituto Sirio, un organismo de investigación independiente, apunta que la familia de Omran podría haber sidoobligada por el régimen a aparecer en este vídeo y a hacer estas declaraciones. Según Szybala, no parece que el padre haya hablado libremente. "Están bajo control del Gobierno y este es un gobierno que sabemos que detiene y tortura a cualquiera que hable en su contra. En mi opinión, todo sugiere que esto ha sido probablementeforzado", ha afirmado esta investigadora a la agencia Reuters.