La polémica estalló en cuanto la presidenta electa de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, pronunció el título de una de las ocho vicepresidencias que tendrá la próxima Comisión Europea: «Protección de nuestro estilo de vida europeo». El cargo, atribuido al griego Margaritis Schinas, exportavoz de Jean-Claude Juncker y cuyas funciones se completarán con la coordinación de una cartera tan sensible y complicada como es la política migratoria, ya ha generado crispación con los eurodiputados por lo que tachan de lenguaje ultraderechista.

El anuncio fue recibido con críticas a un lado y otro del espectro político. «Es simplemente ridículo. Es una concesión a las fuerzas populistas», reprobó el eurodiputado de Catalunya en Comú, Ernest Urtasun.

«Es un tremendo error» porque «añade sesgos absolutamente innecesarios», criticó la representante de Ciudadanos, Maite Pagazaurtundua. «Es totalmente equivocado y censurable. Ursula von der Leyen debe eliminarlo antes del voto de confianza», reclamó su colega de grupo, la holandesa Sophie in ‘t Veld, cuyo grupo sustentó el acuerdo sobre el reparto de altos cargos. También la copresidenta de los Verdes, Ska Keller, salió al paso. «Esperamos que la presidenta no vea una contradicción en apoyar a los refugiados y los valores europeos», señaló la eurodupitada.

La Comisión Europea, al igual que hiciera este miércoles von der Leyen, quitó hierro al asunto y rebajó la polémica alegando que la presidenta electa ya incluyó esta denominación entre sus orientaciones políticas y que se trata de un malentendido entorno a las responsabilidades de la cartera.

SCHINAS, PRUDENTE / Consciente del peligro que le acecha, sin embargo, Schinas ha optado por modificar el título en su cuenta de Twitter donde se limita a presentarse como candidato a vicepresidente para la inmigración, seguridad, derechos sociales, educación, cultura y juventud.

La polémica no es el único obstáculo que podría complicarle el camino a la Comisión von der Leyen. Al menos tres comisarios son objeto de críticas desde la bancada parlamentaria. La palma se la lleva el eurodiputado y exministro de justicia de Hungría László Trócsányi, designado por la alemana candidato a comisario de Ampliación, un puesto que le obligará a velar porque los países que han llamado a la puerta de la UE cumplan con los criterios democráticos y los valores europeos.

«Situar al arquitecto del estado iliberal en Hungría como comisario de ampliación envía una señal totalmente equivocada a los países candidatos», reprobó la socialdemócrata holandesa Kati Piri. Pero la polémica no termino aquí. También están en el punto de mira de los eurodiputados la rumana Rovana Plumb y el polaco Janusz Wojciechowski, miembro del Tribunal de Cuentas Europeo e investigado por la oficina europea antifraude.