Boris Johnson intentará nuevamente hoy que la Cámara de los Comunes apruebe la convocatoria de elecciones el 12 de diciembre. Esa propuesta fue derrotada ayer (a Johnson le faltaron 135 votos), pero el primer ministro decidió tomar otra ruta y anunció su intención de publicar una breve legislación que permitiría aprobar la propuesta por mayoría simple.

Johnson confía en obtener esta vez el apoyo de los liberales demócratas (19 diputados) y los independentistas escoceses (35 diputados). Los dos partidos de la oposición habían propuesto unos comicios el 9 de diciembre. Ahora deben decidir, si como se presume, respaldarán al primer ministro. Los laboristas, cuyo voto ya no es indispensable, muestran poco entusiasmo ante las elecciones, pero difícilmente podrán evitarlas, si una parte de la oposición las apoya.

A Johnson le urge celebrar comicios porque cree que con este Parlamento no puede sacar adelante el acuerdo del brexit. Los liberales y los escoceses coinciden con Johnson en este punto, pero por el motivo opuesto. Consideran que con un nuevo Parlamento sería posible lograr la aprobación de un segundo referéndum.

Al abrir el debate, Johnson acusó a la oposición de tratar de impedir el brexit a toda costa. «La gente en este país puede ver la realidad. Dicen que quieren revisar la ley del brexit, que quieren debatir el brexit, pero solo quieren retrasar y cancelar el brexit. El líder laborista, Jeremy Corbyn, le reprochó haber gastado 100 millones se libras (115 millones de euros) de dinero público en una campaña nacional anunciado la salida de la UE el 31 de octubre.