El coronavirus trastoca otro de los símbolos de Nueva York: el metro que funciona las 24 horas. Este jueves se ha anunciado que, a partir del 6 de mayo, y mientras dure la pandemia, el subterráneo cerrará cada día entre la 1 y las 5 de la madrugada para realizar tareas de limpieza y desinfección en todas las superficies de contacto de los vagones diariamente, en vez de cada 72 horas como se estaba haciendo hasta ahora.

El objetivo es tratar de mejorar y garantizar la seguridad de los trabajadores esenciales, prácticamente los únicos que siguen usando a diario el metro para sus desplazamientos laborales en Nueva York. Los viajes han caído al menos el 90% respecto a los 6.5 millones que se registraban a diario antes de la epidemia y en trenes y estaciones lo único que se ha disparado es la presencia de personas sin hogar, que en muchos casos los prefieren a los refugios, donde las condiciones alimentan los miedos (y los casos) de contagios.

PASO SIN PRECEDENTES

Es la primera vez al menos en las cinco décadas desde que se creó la Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA), que depende del gobierno de Albany y no del Ayuntamiento neoyorquino, en que el metro romperá de forma planeada y organizada y no por una emergencia puntual su ciclo de 24 horas. Y el plan ha logrado incluso que se coordinen el gobernador Andrew Cuomo y el alcalde Bill de Blasio, que mantienen una tensa relación y que han chocado frecuentemente y con dureza precisamente por el metro y, en los últimos días, por la realidad de los sin techo.

El alcalde ha aparecido por videoconferencia en la rueda de prensa diaria de Cuomo por primera vez en meses. Y ambos han enterrado el hacha de guerra y a cambio se han cruzado aplausos y han prometido coordinación para implementar los cambios, en los que durante las horas de cierre se va a ofrecer a los trabajadores esenciales que tengan que desplazarse a esas horas alternativa de transporte gratuito, en buses, minivans o incluso en servicios de coches compartidos como Uber, una tarea que ha aceptado coordinar De Blasio.

Ya el miércoles la MTA había anunciado medidas para tratar de disminuir la presencia de sin techo en el metro, que según datos de la policía se ha triplicado respecto a antes de la epidemia y que Cuomo llegó a definir de asquerosa, en contraste con la perspectiva más social que trata de adoptar De Blasio, bajo cuya autoridad cae la situación de las personas sin hogar. Se prohibirá, por ejemplo, estar más de una hora en una estación, así como entrar en estaciones o vagones con carritos grandes de ruedas, donde muchas personas sin hogar suelen mover sus pertenencias.

El plan de limpieza y desinfección se extenderá también a autobuses y servicios de cercanías, pero en esos casos se realizará sin cambios en los horarios de funcionamiento.