Con una cifra récord de presencia femenina, fue inaugurado el nuevo Congreso estadounidense, que representa un cambio histórico para el país, en el cual el Partido Demócrata retomó el control de la Cámara Baja, poniéndole obstáculos impensados hasta ahora al presidente Donald Trump.

Con relación a ambas cámaras, tanto republicanos como demócratas aportaron una cifra récord de mujeres este año. Rashida Tlaib, de Michigan y de origen palestino, y la somalí-estadounidense Ilhan Oman, que ingresó como refugiada hace 23 años al país, juraron como las primeras congresistas musulmanas en la historia del país.

Oman, que es negra, llegó junto a su padre desde el campo de refugiados de Kenia tras huir de Somalia, uno de los países vetados en el ingreso de inmigrantes en la era Trump. Al mismo tiempo, juraron las representantes indígenas Sharice Davids y Deb Haaland, que prometió ser "la pesadilla de Trump" en campaña, además de varias latinas y afro-americanas.

Otro récord es el de Alexandria Ocasio Cortez, de Nueva York, que se convirtió en la primera congresista menor de 30 años. En tanto, las republicanas Marsha Blackburn de Tennessee y Cindy Hyde-Smith de Mississippi hicieron historias por ser las primeras mujeres elegidas en sus estados para el Congreso. Lo mismo que la demócrata Kyrsten Sinema, la primera abiertamente bisexual, en representar a Arizona.

LA CONFORMACIÓN DEL CONGRESO

El nuevo Congreso asumió sus funciones después del mediodía local con el juramento de los 235 representantes demócratas y 199 republicanos. El vicepresidente, Mike Pence, tomó el juramento a los nuevos senadores en la Cámara Alta, donde 53 republicanos controlarán la mayoría frente a 45 demócratas y dos independientes alineados con los demócratas.

En cuanto a la Cámara Baja, la composición quedó conformada por 235 demócratas y 199 republicanos, quienes recitaron el juramento de lealtad. El nuevo Congreso va tener una vocación unificadora y va a "debatir y hacer avanzar las buenas ideas, sin importar de donde vengan", señaló Nancy Pelosi, de 78 años, quien se convirtió en jefa de la bancada mayoritaria en la Cámara de Representantes, cargo que ocupó entre 2007 y 2011.

Visiblemente emocionada y sonriente, Pelosi llegó al Capitolio donde fue confirmada para el tercer cargo representativo más importante en Estados Unidos, después del presidente y del vicepresidente. Una ovación de pie para Pelosi tras ser electa por 220 votos a favor de un total de 415, con la defección de algún voto demócrata.

LA PELEA CON TRUMP

La inauguración se produjo en medio de una pelea entre demócratas y partidarios de Trump, que mantiene parcialmente paralizado al gobierno desde el 22 de diciembre pasado por la demanda del mandatario de incluir en el presupuesto fondos para el muro.

"Los demócratas le vamos a ofrecer a la Comisión de Asignaciones republicana del Senado una reapertura del gobierno, para cumplir con las necesidades del pueblo estadounidense y la protección de nuestras fronteras", adelantó Pelosi.

Trump se encuentra ahora frente a un dilema, pues le quedan por delante dos años más de gobierno y la campaña por la reelección, pero ya sin el control de la Cámara Baja a su favor. Proyectos como la construcción del muro fronterizo con México, para lo cual Trump reclama la aprobación de 5.000 millones de dólares adicionales, podrían quedan empantanados ahora.